Pilar Rubio y Sergio Ramos ya han vuelto a España después de disfrutar de su viaje de bodas en Costa Rica. Una vuelta marcada por la tristeza, y no sólo por lo que supone el fin de las idílicas vacaciones en el paraíso centroamericano. Dos semanas exprimiendo las playas, los bosques húmedos y la selva de un paraíso de la biodiversidad que han sido trufadas con terremotos y algún pequeño susto con la salud. Nada grave. El motivo real del disgusto de la pareja (y de sus chiquillos) es otro, uno mucho más prosaico: La colaboradora vio cómo su móvil se hundía en las profundidades marinas. Un drama que ha relatado en un video de Instagram, acompañada de su hijo Marco: "Se ha roto en el agua. Estamos supertristes".
"Se me cayó en el mar y por eso he estado muchos días sin poder subir nada", proseguía Rubio, afligida por la pérdida de recuerdos personales o su agenda de contactos, y que no ha podido recueprar "por no subirlo a la nube". Sí, problemas del primer mundo que han dejado a la familia sumida en la tristeza después del cuento de hadas (cañí y algo vulgar) de la boda "del año". El lamento de Pilar, compartido por su marido y la "prole" del matrimonio ha recibido el "apoyo" de un famosísimo escritor, vehemente opinador e inclemente tuitero: Arturo Pérez- Reverte, que ha sacado la espada de Capitán Alatriste y le ha hecho un siete de los que hacen época: "Vaya por Dios. Terrible incidente. Yo también estoy supermegatriste de la muerte"
Pérez-Reverte ridiculizaba así las fondas preocupaciones de la celebrity, dejando bien claro su desprecio porel mundo de los famosos de hoy en día y de la dictadura de influencers y redes sociales. Una bofetada que ha divertido a los seguidores del escritor, algunos de ellos ilustres unionistas como él, que se han ensañado con el matrimonio y sus inquietudes al escuchar el toque de corneta.
La "supertristeza" de Rubio ha mutado en "supervergüenza" por obra y gracia del "superintelectual" número 1 de las letras españolas. Todo superfuerte, vaya.