Uno de los jugadores más inclasificables que han pasado por el Barça los últimos años sin duda es el de Arturo Vidal.
El chileno, conocido como el crestas, por su look tan particular, lo dejaba todo encima del césped, luchaba por cada pelota como si fuera el último minuto de partido, a menudo hacía entradas enérgicas, revolucionadas y desproporcionadas a los jugadores rivales, de vez en cuando marcaba algún gol, a menudo hacía actuaciones más bien discretas, con poco acierto, y en su estancia en el vestuario azulgrana fue uno de los mejores amigos que tuvo Leo Messi.
Sólo vistió la camiseta del Barça durante dos temporadas donde pasó con más pena que gloria, desde el 2018 hasta el 2020. Actualmente viste la neroazzurra del Inter de Milán, equipo con el que el año pasado consiguió el preciado Scudetto en la Serie A.
Esta temporada, su nombre no suena mucho cuando se habla de fútbol o de la incidencia que tiene en los terrenos de juego. Pero ahora, todo el mundo habla de Vidal por unas imágenes que no tienen nada que ver con un césped ni con ninguna jugada de mérito.
Porque las imágenes que han trascendido y de las cuales todo el mundo habla presentan al jugador totalmente bebido, de noche, en Como, con un grupo de amigos, el pasado verano, antes de viajar con su selección para disputar partidos clasificatorios de cara a la clasificación para el Mundial de Qatar del próximo año, aunque es ahora cuando se han empezado a ver en las redes.
Borracho hasta las trancas, casi sin poder estar de pie, las imágenes que han corrido como la pólvora muestran a Arturito pasado de rosca, encima del capó de su flamante Ferrari rojo, sin poder mantener el equilibrio y haciendo cabriolas y volteretas mientras todo el mundo alucina.
Según la prensa local, desde el Inter han asegurado que tenían conocimiento de esta situación y que ya abordaron el tema con el jugador. Los que también han abordado el tema son los usuarios de la red, que han alucinado:
Él mismo se hace llamar King Arturo en redes... No sabemos si es rey o no, pero al pedal que llevaba sólo le faltaba una corona.
Es la última polémica de una larga lista de un jugador que a menudo destaca más por los affaires extradeportivos. Sin ir más lejos, en la última Copa América rompió la burbuja Covid de su selección para ir a una fiesta.