Uno de los inventos que son obra del diablo son los ascensores. Los momentos más tensos del día se han vivido, sin duda, dentro de estas cuatro paredes. ¿Quién no se ha encontrado con un vecino a quien no tiene ganas de ver? ¿Quién no ha estado a punto de entrar en combustión por la tensión generada una vez se ha acabado la miniconversación: 'Parece que hoy hará mal tiempo'... 'Pues sí'...? Coincidir en un ascensor con según quién puede generarte un estado de desazón para el resto del día. Y hoy, los que han vivido esta curiosa coincidencia son dos políticos totalmente opuestos, Pablo Iglesias y Santiago Abascal.
Efe
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Si el líder ultra no hubiera tenido la pata renqueante, probablemente hubiera subido a pie hasta su destino con tal de no coincidir con Iglesias. "Eres el enemigo, un villano y el infierno mismo. Te combatiremos en las universidades, en las urnas, en los tribunales y en todos los lugares en los que pretendas dar tu pérfida batalla. Cuando quieras y donde quieras", era la chulopiscinesca amenaza del oráculo fascista de Vox en una carta abierta dedicada a Iglesias. "Espero que no me haga responsable de las hemorroides que pueda tener", le dedicaba, a su vez, el líder de Podemos al de Vox. Pues 'donde quieras' no debe englobar los ascensores, porque los dos han coincidido este viernes en el del Congreso, tal como ha registrado la periodista Maite Loureiro.
Iglesias ha ido a la Cámara Baja para presentar sus credenciales como diputado electo por Madrid. Abascal, para acompañar al grueso de los diputados de Vox. ¿De qué han hablado? ¿De hemorroides? ¿Del tiempo? ¿Del final de Game of thrones? ¿De qué pasará el 26 de mayo? No... De ir al fisio. Al verlo con muletas, Iglesias le ha dicho a Abascal: "Deberías ir al fisioterapeuta". ¿Y qué le ha respondido este?: "Todavía no he ido. Los vascos somos así". Instantes después, el ultra declaraba: "Es importante mantener la cordialidad aunque otros líderes políticos hayan convocado alertas antifascistas".
Pedimos que a partir de ahora, las sesiones en el Congreso que ofrecen las televisiones incorporen en su escaleta lo que pase dentro de los ascensores.