Helena García Melero ha podido disfrutar de su primer Sant Jordi en años sin hacer programa especial. ¿La razón? Ha caído en domingo y toda la cobertura de TV3 la han asumido los Servicios Informativos y no los programas diarios. Así que la presentadora estrella de TV3 pudo hacer lo mismo que todo el mundo: pasear por su ciudad comprando libros. La periodista de 54 años vive en la zona alta de Barcelona, en la frontera con Esplugues, y desde allí fue paseando Diagonal abajo. Delante de El Corte Inglés se hizo una foto de influencer. Utiliza su fabulosa cuenta de instagram para recomendar un libro por Sant Jordi: Tanikotaki, un manual de recetas benéfico, para reunir donativos para luchar contra la ELA Melero solidaria. La foto permite contemplar a Melero fuera de TV3, cómo viste y sobre todo, cómo deja descansar la piel, maquillada durante las 3 horas y media que dura Tot es mou La gran Melero, a los 54 años, sin maquillaje. Espléndida.
Una gabardina, una bufanda y una bolso. Sencilla y elegante. Las estrellas también salen a pasear y conservan la fotogenia. O era muy temprano cuando paseó o la foto es de un día que hacía más frío en Barcelona. Abrigada pero imposible pasar desapercibida. Es la Melero. Nunca ha hecho pública su vida sentimental después de su divorcio con el también periodista Joan Vehils, el padre de sus tres hijos, Maria, Blanca y Joan. Seguro que ha recibido una rosa de alguien especial. Y todavía más seguro, la de su hijo Joan. Precisamente en este Instagram lo conocimos de vacaciones familiares en París. Los ojos azules lo delatan: es un calco a su madre:
Pero si hay alguien famoso de verdad en la familia Melero es... la señora Melero, la auténtica, la madre de García Melero, Rosa Maria. La famosa llamada de las croquetas en directo a Els matins de Cuní, donde la Melrro estaba más que la co-presentadora, el alma del programa. Estas son madre e hija. Fácil comprobar de dónde saca su belleza natural Helena, o cómo dice a su madre, Maria Helena: La madre es guapísima.
El día que la madre de Helena Garcia Melero llamó por sorpresa a su programa
La realización daba paso a una llamada telefónica. Una señora de Barcelona que explicaba la costumbre y tradición familiar: "Cuando hacemos el caldo, y por Navidad, que sobra tanta cosa, hacer croquetas". Pero claro, "siempre hago las croquetas pero cuando las rebozo, las rebozo con huevo, harina de galleta y las congelo... Tengo 40 o 50 y voy sacándolas tal cual las necesito y las voy friendo. ¿Puede perjudicar al producto que se tire el huevo y la harina de galleta, ya congelada"? Las caras de la presentadora eran un poema: aquella voz era demasiado familiar. Una especie de déjà vu. Melero se tapa la boca con la mano. Era su madre. Una familia popular, de guapos y muy naturales.