TV3 tropieza por primera vez en toda la temporada. Vicent Sanchis cuenta los estrenos por éxitos, y apoteósicos: Els meus padres, La catedral del Mar o Històries de Palau. Pero la racha ha acabado de golpe y en el peor momento. La noche del domingo es la de más audiencia de la semana. Está demostrado que es cuando hay más gente mirando TV y se reserva para las grandes apuestas. Y TV3 se ha estrellado. El talent show de adolescentes aprendiendo oratoria El got d'aigua hizo un 9,9% el primer programa y un 4,5% el segundo. La curva descendente es alarmante. A cada minuto perdía miles de espectadores. El contraste con el 30 minuts habitual de los domingos es flagrante: el de la semana pasada hizo un 29,2%. El triple. La red no ha tenido piedad:
¿#elgotdaiguaTV3 qué mierda se esta? Mis impuestos por aixó: NO
— Ignatius Egarensis (@ignatiuegarensi) 8 de octubre de 2018
Oh My got!!! Que torni el 30 minuts. #ElGotdAiguaTV3
— Núria MT //*// (@isarda85) 8 de octubre de 2018
Los mejores oradores son aquellos que no lo parecen, y aquí gesticulan, hablan con 0 naturalidad y 0 autenticidad, por lo tanto, 0 comunicación. Me sabe mal ver un programo tan bajo en Tv3. #ElGotdAiguaTV3
— Marc Riera (@marc_riera) 7 de octubre de 2018
#ElGotdAiguaTV3
— NoraExploradora (@optiguardfit) 7 de octubre de 2018
Una mención especial al público que está aguantando este "Tostón" y no se puede levantar y marcharse
20 minutos mirando #ElGotdAiguaTV3 y todavía no he entendido de qué va.
— Joan Zamora Casals (@zamo_OkPf) 7 de octubre de 2018
Crítica constructiva d'#ElGotdAiguaTV3: una puta mierda.
— Tanatorio Robles (@tanatoriroures) 7 de octubre de 2018
#ElGotdAiguaTV3 nomas os dire que Albert Rivera tambe empezó con concursos d'oratoria
— atroleando (@atroleando) 7 de octubre de 2018
Esta es una elección de los muchos comentarios críticos ácidos, muy inusuales para un programa de TV3. También los hay positivos pero la noticia es que El got d'aigua une dos hechos inéditos desde hace meses a TV3: pésima audiencia en el estreno y visceralidad en las personas que no les gusta. Parece un formato idóneo para su canal juvenil, el Canal Súper 3. El prime time de TV3 se reserva para programas adultos y tiene poco interés ver menores de edad sobreactuando (hay concursantes entre los 15 y los 22 años). La elección de la presentadora también ha sido un riesgo. Samantha Vall es una desconocida para la gran audiencia, que la ha visto como reportera del 33 en el Quèquicom. Si Sanchis tenía previsto incorporar a Jordi Basté a TV3, no era una mala elección para atrapar a más espectadores.
Marc Giró, Alba Florejachs, y las intervenciones de Raquel Sans, Natza Farré o Nina no son bastante cebo para atrapar a un espectador acostumbrado a talent show de gran formato. En tiempo de OT, Tu cara me suena, Masterchef o Tú si que vales, casi todos hechos en Catalunya, este vaso de agua no quita la sed. La factura es demasiado modesta para el paladar del espectador. Una cosa es poner a Quim Masferrer a pasear por Catalunya en furgoneta y que resulte un éxito. Pero esto es diferente, los talent show por definición son espectaculares y caros. Era más lujoso Aire lliure, el programa de famosos de excursión de los domingos de verano, que esto. El got d'aigua hace aguas.