Las audiencias también viven su estado de excepción. El 1-O es como un rey Midas y todos los programas de TV3 que hablan del proceso se disparan. Ya no es que los dos Telediarios superaran el 30%. Es que los dos programas de sátira política de los jueves hicieron datos descomunales: récord para Está passant con un 17,4% y 22,1% para el Polònia de Julian Assange.

Ya no hace falta que Keko Novell se disfrace de Hitler-Rajoy. Un meme de Està passant surte el mismo efecto. Los gags de Toni Soler se van haciendo más incisivos, como el que acusaba a La Vanguardia de escribir al dictado de Duran y Lleida. Parecen dispuestos a no dejar ningún callo sin pisar. Los telefonos de Vicent Sanchis no tardarán en sonar. Pero el cambio más radical es la Tarda oberta de Ruth y Vador. Abierta a políticos, de par en par. Entrevistaron a un conseller de la Generalitat sobre el proceso, concretamente el de Salud pero podría haber sido cualquier otro. Las tertulias son del todo políticas y aparentemente quedan fuera las secciones más frívolas. ¿Eran Jiménez i Lladó los conductores para este autobús? De momento se han puesto al volante y la audiencia los ha premiado: récord absoluto con un 17,9%. El programa de Nuria Roca saltó de la parrilla, por lo tanto está costando reposar en aquella isla de entretenimiento que nos prometieron entre telediarios.

El resto de TV en catalán va desde la estabilización del culebrón en el 15% al mar en calma de 8tv: Arús 5,2%, Morales 1,7%, Parisé 1,3% y Armenteras 3,3%. Está siendo un septiembre atípico y habrá que ver cuando no se hable de votar cómo se llenarán tantas horas de tele. Veremos quién será el guapo de prescindir de contenidos que dan audiencia pero que en exceso empalagan.