En Madrid están distraídos. La comunidad autónoma presidida por Isabel Díaz Ayuso vivió el miércoles una jornada esperpéntica. Caos y puñales iban que volaban. Cuando unos iban, los otros volvían. Y al revés. Ayuso disolviendo la cámara autonómica y convocando nuevas elecciones para el 4 de mayo al tiempo (¿antes?, ¿durante?, ¿después?) que el PSOE y Más Madrid presentaban sendas mociones de censura para apartar a la presidenta de los madrileños de su lugar, con la necesaria connivencia de Ciudadanps e Inés Arrimadas. Ayuso ya afila los cuchillos y amenaza que "Voy a por la absoluta", para no tener que formar un gobierno en coalición.
Veremos en qué acaba todo el sainete. Ayuso en modo chulapa madrileña. Tanto, que incluso cuando tiene en frente a su amigui Felipe, pasa de él como quién ve llover, y se lo ventila con sólo seis palabras y girándole la cara, prácticamente. Eso es lo que ha pasado este jueves en el Acto de Estado de Reconocimiento y Memoria a todas las Víctimas del Terrorismo, en el marco de la conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. Presencia real de Felipe y Letizia, yendo saludando a las autoridades.
Después de la pertinente genuflexión, el monarca se interesa (o hace ver que se interesa) por Ayuso y le pregunta qué tal. Y la presidenta de los madrileños responde con un lacónico "Todo en orden, nada, muy bien", cortando cualquier opción de seguir charlando al pasar del contacto visual con Felipe y mirar directamente a Letizia. Fíjense en como de alborotado estará el gallinero en la comunidad madrileña que incluso Ayuso, que siempre tiene la palabra "rey" en la boca, lo despacha con seis palabras y a otra cosa, mariposa, tal como ha demostrado el Huffington Post:
Quédense con esta frase: todo en orden, nada, muy bien. Algún día le volverá a Ayuso como un boomerang. Su pésima gestión no puede quedar impune y tarde o temprano le pasará factura.