El desconfinamiento de los Aznar Botella está haciéndose a la luz del sol andaluz. Cuando estalló la crisis del coronavirus, expresidente y exalcaldesa decidieron que en lugar de estar en Madrid se instalaban en la Costa del Sol, paraíso de mafiosos, jeques y nuevos ricos. En Marbella han esquivado el virus dando paseos con el perro y el escolta mientras España se hundía en una crisis sanitaria. Aznar de hippy a sus 67 años: el pareo haciéndole de falda, sombrero de paja, camiseta y mascarilla. Como Pocholo Martínez Bordiu pero sin cocaína:
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Con faldas y a lo loco. Ha llegado el verano. Antes era la pobre Ana Obregón quien daba el pistoletazo de salida de la estación con un posado en traje de baño. Ahora es Aznar quien luce como un instagramer viejuno que no sabe que se ha hecho mayor. Cuesta imaginar a ningún otro expresidente, de Catalunya o España. con semejante look. No mejora cuando se desprende del pareo:
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Bigote pelado, labio paralizado, abdominales de hierro, melena teñida y disfrazado de teenager. 67 años que quieren parecer 17. No es síndrome de Peter Pan o de Santi Millán. Es vergüenza ajena.