Los Aznar-Botella se preparan para la última boda familiar, si es que no hay un divorcio bomba antes. Es el turno de Alonso, el tercero y el más pequeño. Dicen que es el "guapo" de la saga, que cada uno saque sus conclusiones. El hombre, de 36 años, pasará por el altar el mes de diciembre en Mérida, en el Yucatán, México. Será una boda de campanillas, aunque es difícil superar el espectáculo del bodorrio de Ana con Alejandro Agag en el Escorial. La lista de invitados, en la que estaba Juan Carlos y Sofía, ha pasado a la historia como la más repleta de imputados por corrupción de la historia de la democracia. Quizás por eso la de José María, el primogénito, pasó más desapercibida. Alonso tampoco quiere llamar demasiado la atención en España, y por eso México es más lindo que nunca.

Lo que podemos decir sin miedo a equivocarnos es que Alonso Aznar ha escogido bien a su futura mujer. La novia es millonaria. Muy millonaria. Podrida de dinero. Es Renata Collado, una rara avis en el universo de los ultrarricos y, sobre todo, del rancio clan Aznar: "Fotoperiodista y activista por el medio ambiente", reza su biografía. Ha vivido en EE.UU. y Australia, pero no fue hasta llegar a Madrid que no encontró el amor con un Aznar. Hace 4 años que salen juntos y han sentido el llamamiento urgente del matrimonio, no está bien eso de vivir en pecado. Se prepara una boda de altura en Centroamérica, la flor y la nata de VIPS y poderosos no se la querrán perder.

Alonso Aznar y Renata Collado / GTRES

Renata había hecho de modelo y de escritora de viajes hasta encontrar su verdadera vocación, la del ecologismo. Con su cámara intenta concienciar sobre los peligros y los efectos devastadores del cambio climático. Dicen que Alonso ha quedado cautivado por esta característica de la mexicana: debe ser que le chirría tanto que le hace gracia. Porque no olviden una cosa: sus futuros suegros son cualquier cosa menos ecologistas. De hecho, les podríamos imputar una buena parte del calentamiento global a sus políticas y mentalidad regresiva. Cuando pasen una Navidad juntos y salga el tema de la sostenibilidad en la mesa, Renata exigirá el divorcio. Al tiempo.

 

Renata Collado / Instagram

Lo que no provocará discusiones, sin embargo, es el suculento botín que aporta Collado: su padre tiene una fortuna que se estima en 1.000 millones de dólares. Bastante pasta para convertir a Ana Botella en la nueva Greta Thunberg, y a Aznar en un luchador por los derechos de la secuoya o el mapache boreal. Hace unos meses vimos a la novia con su futura familia política en el Teatro Real de Madrid, durante la fiesta de los 70 años del exinspector de Hacienda en Logroño que acabó siendo presidente de España. Sí, el mismo que metió al país en una guerra injusta en Irak y que atribuyó, y todavía lo hace, los atentados del 11-M a ETA. Vaya joya, Renata. No te envidiamos. Toda tu pasta y la perlita del hijo de José Mari para ti, reina. Suerte. La necesitarás.

José María Aznar / Foto: Sergi Alcàzar