Telecinco se reinventaba recuperando un clásico de los programas musicales, mezclar famosos y música es una de las fórmulas básicas para triunfar en televisión, aunque esta vez en la cadena no le ha salido como esperaba. Bailando con las estrellas volvía en la parrilla de programación de las televisiones de la mano de Mediaset, y lo hacía recuperando el clásico funcionamiento del cual habíamos conocido hasta ahora a ¡Mira quien baila! Trece celebrities se adentran en el mundo de los bailes de salón con un maestro que los ayuda a realzarse y superar las valoraciones del jurado. El formato hasta ahora llamaba la atención por las ganas de ver a patosos intentando bailar salsa, pero en su retorno, digamos que el éxito se lo ha llevado, la polémica y el mal rollo. Como siempre, el cotilleo de ver las broncas tira más que las ejecuciones, qué importa ver a un concursante bailando correctamente cuando tienes alguien no soporta a su compañero.

 

Presentado por Jesús Vázquez, entre los concursantes había un popurri interesante, el programa conseguía un poco de todo. Desde cantantes como Mala Rodríguez o la icónica de la infancia María Isabel, influencers como Jonan Wiergo o Sheila Casas, hermana de los famosos actores, hasta otras celebridades españolas como Josie, Elena Tablada o Agatha Ruíz de la Prada. Pero ni el conjunto del casting ni el programa ha conseguido cautivar al público, el programa tan solo ha conseguido un 9,8% de audiencia. Empezaba el 13 de enero, y desde el estreno, podemos decir que ha reinado el mal rollo entre los concursantes, el jurado y el programa. La primera a empezar el drama fue la diseñadora de moda Agatha Ruíz, quien abandonaba en directo el plató del concurso a raíz de las valoraciones del jurado, concretamente, por las palabras de Antonia Dell'ate y Boris. Pero el desacuerdo de la diseñadora, no fue el último para el equipo del programa. Atentos.

Ya hace unas galas atrás que vemos descontenta a Elena Tablada, la modelo y expareja de David Bisbal y Javier Ungría. Digamos que el transcurso de su concurso iba hacia peor, y una de las principales causas era su pareja y profesor de baile, Adrián Espernon. La complicidad no era su punto fuerte, en todos los bailes se notaba la tensión e incluso el presentador se fijaba. En su última actuación, el jurado tampoco volvía a tener buenas palabras para la pareja, concretamente la italiana los calificaba de aburridos y de ser una actuación completamente cierne. Y cuando parecía que la tensión no podía ir a más, el bailarín cogía el micrófono para dar un comunicado que dejaba a todo el mundo en shock. "Se podría decir que ya no sirvo para ser su maestro. Así me lo ha trasladado ella esta semana. Yo quiero ser profesional, por lo que doy un paso a un lado. No quiero perjudicarla en este concurso. Abro petición al programa y a ella para que le puedan poner en otro maestro" Boom. La mala relación era evidente, y las caras de los dos hablan por sí solas.

Estaba claro, alumna y profesor no se soportan, pero hasta ahora no lo han querido verbalizar. Es más, a través de la red siempre se dejaban mensajes de apoyo y respeto, todo era una mentira o quién sabe, quizás esta bronca también es parte de una estrategia del programa para realzar un poco su repercusión. Y es que el momento ha sido bastante comentado, incluso por otros exconcursantes como Sheila Casas, quien metía más leña al fuego, saliendo en defensa de Elena Tablada. "Es muy fácil decir cosas en 2' de directo para quedar bien y luego la realidad es muy diferente. ¡Tú puedes Elena, sea esforzándote y dándolo todo como siempre"! Un último dardo en contra del bailarín.

La tensión es más que evidente, alumna y profesor no se soportan. El equipo del programa tiene que poner remedio o no poner porque continué la bronca. Espectáculo asegurado.