La cuarta edición del Benidorm Fest finalizó con Melody como ganadora del festival, y por lo tanto encargada de representarnos en el Festival de Eurovisión con su canción: Esa Diva, un tema que seguramente habréis escuchado si ve seguir la alfombra roja de los premios Goya, donde absolutamente todo el mundo quedó harto de oír a la rumbera cantar la estrofa en cada entrevista, una serie de memes que perdurarán para siempre en internet. El festival constó de dos semifinales donde actuaron los dieciséis concursantes, y una gran semifinal, donde vimos actuar en los ocho mejores para acabar votando y decidiendo la mejor candidatura para representarnos ante Europa.
Un concurso que no solo sirve para llegar a ser el representante de Eurovisión, sino que también da mucha visibilidad a todos los artistas emergentes. Entre estos, siempre se acostumbran a presentar exconcursantes de Operación Triunfo, como por ejemplo Agoney, Famous o Marta Sango, y en esta cuarta edición del festival hemos podido ver en Chica Sobresalto, conocida también por Maialen, ex concursante de Operación Triunfo 2020, quien se presentó con el tema Mala Feminista. Una propuesta con una letra potente y una escenografía protagonizada en gran parte por el cuerpo de bailarinas, dos clubs y una plataforma que complementaba la coreografía. La actuación no acabó de convencer al público y no pasó de la primera semifinal, pero esta fue la propuesta de Chica Sobresalto y su equipo:
Mala Feminista quedó en el olvido de todos los eurofans después de esta primera semifinal, sin embargo, dos semanas más tarde, la actuación y el nombre del artista han vuelto a tener todos los focos encima (incluso más que en el transcurso del festival) a raíz de un comunicado del grupo de bailarinas de la actuación. María La Pizarro, María José Arcas y María Gomis, tres de las bailarinas de la actuación, han roto su silencio y han querido denunciar la desagradable situación que vivieron como bailarinas, y el abandono tras no pasar a la gran final. Resulta, pues, que las tres bailarinas fueron contratadas para actuar con Chica Sobresalto en el festival con las siguientes condiciones: un sueldo base, disponibilidad completa con permanencia en la localización durante las dos semanas que dura el concurso (independientemente de si pasaban o no a la final), alojamiento individual, dietas cubiertas por la organización, exclusivamente para los artistas.
Finalmente, su candidatura no pasó a la gran final y el equipo de bailarinas recibieron un mensaje del equipo de la artista vía WhatsApp donde se les pedía que abandonaran las habitaciones del hotel de forma inmediata porque "ya no tenían que hacer nada allí" una noticia que les llegó de forma muy repentina y que no formaba parte de las condiciones que acordaron en un inicio. Resulta, pues, que el artista principal y el equipo, quería aquellas habitaciones para los músicos y la banda de Maialen, los cuales son amigos y compañeros del artista, pero que no tenían ningún tipo de papel ni rol en el festival. Las bailarinas acabaron expresando su desacuerdo vía e-mail, porque a todo eso, tampoco les había llegado el alta de la Seguridad Social ni habían cobrado todavía por su trabajo. Después de estar cinco días sin recibir respuesta, una de las bailarinas decidió exponer la situación por la red y finalmente disculparon con ellas y cobraron lo que se acordó.
Dos semanas más tarde de la actuación en el Benidorm Fest, las tres bailarinas han querido exponer la situación que vivieron denunciando una precariedad en su sector y en sus condiciones laborales. El comunicado de las tres chicas se ha viralizado por la red, creando una polémica para Maialen, un perfil de artista que siempre ha sido muy activista en muchas injusticias sociales, así lo podemos escuchar en su canción llamada: Mala Feminista Ante todo el alboroto, la artista ha decidido hacer un comunicado donde ha asegurado que ella no durmió en las habitaciones del hotel para que las bailarinas tuvieran un espacio individual, y que, una vez acabado su transcurso en el concurso, quiso aprovechar las habitaciones del hotel para sus músicos y ensayar para otras actuaciones y conciertos.
Una polémica que ha sorprendido a todo el mundo, y, no por la experiencia de las tres bailarinas, ya que, desgraciadamente muchos bailarines viven situaciones similares o peores, la sorpresa llega porque esta situación ha sido por culpa de la mala gestión del equipo de Chica Sobresalto, y de la propia artista, una persona que nunca hubiéramos imaginado que estaría involucrada en una injusticia como esta.