La gran victoria del Barça en la final de la Copa de la Reina es un caramelo en la boca de los culés y de los aficionados al mundo del fútbol en general. De todos, menos Maldini. El equipo no puede ir con la moral más disparada a la gran cita que culminaría una temporada histórica, levantando la segunda Champions consecutiva contra una bestia negra como el Olympique de Lyon. Esta generación excepcional de jugadoras, técnicos y directivos implicados en el estallido mayúsculo del femenino solo tiene este reto pendiente. Vencer en la final contra las francesas, verdugos en situaciones de doloroso recuerdo para Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Mapi León y compañía. El resto de títulos los han ganado todos, han batido récords, han catapultado el deporte en un escaparate mundial y han reivindicado los derechos colectivos de manera firme y decidida. Especialmente Mapi, Patri y Pina, que no tienen una copa del mundo pero sí el título a la integridad. Por todo ello, son únicas. Y enganchan.
El vestuario del Barça es el motor de lo que se refleja en el campo. Las relaciones y vínculos de las cracks son conocidas, celebradas y también curioseadas. En todo caso, se respira un buen ambiente que necesariamente influye en el rendimiento colectivo, la fuerza mental, el tono físico. Trabajar en estas condiciones es un estímulo, y hay que aprovecharlo: las cosas cambias rápidamente, también en el mundo del fútbol. Dos jugadoras, las protagonistas de un vídeo encontrado en redes sociales tras el triunfo en La Romareda, han conectado de manera fulgurante después de haber compartido tan solo una temporada. Se han hecho grandes amigas, íntimas. Hablamos de Ona Batlle y Lucy Bronze. Una historia que apunta a drama inminente.
Ona, de Vilassar de Mar, se formó en las categorías inferiores del club antes de probar suerte en otros equipos. La experiencia más intensa y productiva, en el Manchester United, de donde llegó el pasado verano convertida en un fichaje estrella. Ha demostrado su talento y potencia en el lateral en cada partido, llegando a marcar dos goles en la final de Copa. Es buena por las dos bandas, pero normalmente la otra la ocupa la inglesa Lucy Bronze, precisamente con quien ha hecho una amistad sólida. ¿El problema? Que Bronce, a quien no se puede reprochar absolutamente nada de su paso por Can Barça, tiene muchos números para tener que marcharse. Acaba contrato y el club, con la salida del técnico Jonatan Giráldez, tiene otras prioridades. El próximo 16 de junio se podría producir la despedida definitiva.
Y lo decimos porque esta relación resulta tierna, bonita y que merecería otro final. Un usuario de TikTok ha grabado una escena sobre el césped de La Romareda que nos tiene el corazón robado. Ona, con sus padres, charlando en la banda. Allí está también Lucy, pensativa, con la medalla casi tirada a la cara por la genial Federación Española de Fútbol, mirando al infinito. Batlle la coge por el brazo reclamando que se una al grupo, mientras firman un autógrafo. La madre de Ona le explica algo a la internacional por Inglaterra, demostrando un trato personal. Bronze parece triste, incluso con los besos que le plantan en la mejilla, pero le consiguen robar una sonrisa cuando la conversación parece girar en torno a un encuentro para comer. Las dos ríen, Ona también. A nosotros se nos escapa una lagrimita. Qué lástima pensar en el adiós.