Cada día que pasa, Ciudadanos pierde un seguidors más. El barco naranja se hunde a velocidad de Titanic. Las urnas ya dictaron sentencia: 10 diputados y gracias en las pasadas elecciones. Rivera con la cola entre las piernas, Girauta más olvidado que cuándo se sentó solo en aquella silla y miembros del partido huyendo por patas. Pero hay un gremio que siempre apoyará al partido: el de papeleros. Cada vez que hay pleno en el Parlamento, en el Congreso de los Diputados, en el Senado o en la escalera de vecinos, los diputados de Cs van con un buen surtido de fotocopias, serigrafías y cartelitos como si fuera un curso de primero de power point.
Cs es como aquel cuñado plasta que se piensa que hace gracia y que en cada comida familiar obsequia al resto de comensales con una retahíla de chistes lamentables que sólo ríe él. Maldito el día que tuvieron la idea de enseñar una hoja y alguien les rio la gracia. Pero es que prácticamente se han convertido en eso: en un meme del que sólo se espera de él el momento papelito. El eurodiputado José Ramón Bauzá ha aprovechado la comparecencia de Puigdemont y Comín en Estrasburgo para hacer un Arrimadas. El expresidente del gobierno balear con el PP dio el salto a Cs. Se tiene que entender. Él quería hacer como hacen allí: enseñar cartelitos.
Después de la segunda intervención de Puigdemont en el Parlamento Europeo, Bauzá tuiteó, "como no contesta a las interpelaciones que le hacemos, he decidido mantener en alto un cartel durante todo su discurso recordándole lo que es: un criminal prófugo de la justicia. Que Europa lo sepa". Fotocopia al canto. Teatralidad de pacotilla. Enésimo ridículo de la formación: