Hace 7 años desde que no la veíamos en televisión. Había desaparecido por completo de la primera línea mediática por voluntad propia, después de triunfar en La Sexta con 'El Intermedio', y de un paso de menor éxito en Mediaset. Hablamos de Beatriz Montañez, la copresentadora del espacio satírico de El Gran Wyoming. De hecho, fue la primera compañera del humorista, y se hizo muy popular y querida por el público. 5 años más tarde dejaba su puesto de trabajo en la Navidad de 2011, propiciando la llegada de Sandra Sabatés al show. Su última aventura televisiva fue en 'Hable con ellas' de T5, programa que compartió con Sandra Sabatés. También se marchó. Era 2014, y de sopetón, la nada. No se supo más de ella. Hasta este 17 de marzo de 2021, entrevistada por Àngels Barceló en el 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser. La reaparición ha valido la pena.
"Estaba perdidísima, había mucho ruido en mi vida". La fama, la tele, los comentarios, las polémicas... todo eso le pasó factura. Era una de las profesionales más populares del momento, llegando a hacer papeles en series y películas. Pero necesitaba silencio, dice, y lo fue a buscar: hizo la maleta y se mudó a una casa antigua y hecha polvo en medio de la naturaleza. Sólo sale para hacer la compra "cada 25 días y me vuelvo a encerrar", aparte de alguna escapada a Madrid cada 6 meses para ver a amigos o disfrutar de actividades culturales. Nada más. La austeridad ha transformado su estilo de vida, en todos los sentidos. Asegura que vive de sus ahorros, con un sueldo auto impuesto de 150€ al mes. Se ha convertido al veganismo y tiene instalados paneles fotovoltaicos en casa para proporcionarse energía. El agua la recoge de un pozo próximo, y tiene una vida tranquila y contemplativa. Pasa el tiempo reconectando consigo misma y escribiendo, precisamente uno de los motivos para volver a la primera línea a través de la radio. Un libro que se llama 'Niadela' y que explica precisamente cómo ha sido la experiencia de vivir apartada de todo.
De aquella Beatriz que recordamos riendo (y llorando) junto a Wyoming parece que no queda gran cosa. O pensándolo bien, queda toda. Una nueva Montañez, reinventada por completo para seguir siendo ella misma.