Albert Rivera parece la personificación de aquel eslogan de la marca de muebles IKEA: "Redecora tu vida". Se lo ha tomado muy en serio: desde que se marchó de Ciudadanos por el desastre electoral de noviembre de 2019, tiene nueva pareja, Malú, un hijo más y varios trabajos: abogado, escritor y director de un máster. Este último es de los más comentados, porque habla muy claramente de la personalidad del personaje: el hombre que hundió la gran esperanza del centroderecha, al pasar de tocar La Moncloa con 57 escaños a perder 47 y 3 millones de votos, ahora ofrece lecciones de liderazgo político a aspirantes a futuros estadistas. Y lo que es todavía más alucinante: no lo hace solo, sino que ha fichado a la creme de la creme, como Mario Vargas Llosa o Toni Cantó. Sin comentarios.
Aquel 2019 su vida se puso patas arriba en todos los sentidos. Una revolución que empezó meses antes de la cita con las urnas. Nada más empezar el año, el expolítico rompía con su segunda pareja conocida, Beatriz Tajuelo. Una azafata de aerolínea de l'Hospitalet de Llobregat que, según dicen, vio como su chico cortejaba a la que sería su próxima conquista, la cantante Malú. Beatriz se quedó parada y desecha. Y ha ido dejando mensajes nada elogiosos a su ex.
Tajuelo tampoco se ha quedado atrás en eso de reinventarse, ni mucho menos. Es especialista en los giros sorprendentes. El primer objetivo que se marcó fue el de convertirse en influencer. Le puso ganas, pero sin resultados aparentes. Después de 2 años de carrera, el contador de seguidores es irrelevante: 12.000. Digamos que no ha causado demasiado impacto ni repercusión mundial. Por eso manifestó que su sueño real era dedicarse al mundo de la moda, cosa que intentó convirtiéndose en diseñadora de zapatos. Una firma la acogió con una colección que se llama Celebra la vida, una indirecta muy directa a su antigua pareja. Por mucho que pase el tiempo y la distancia, no lo olvida y, siempre que puede, le clava una pullita con forma de stiletto.
No sabemos cómo van las ventas de sus modelos, pero la mujer insiste en esto en triunfar en el universo de las pasarelas. Ahora es modelo y desfila en la semana de la moda de Madrid. Lo hace vestida de novia con un diseño de Jorge de la Rosa. No sabemos cómo habrá digerido la escena Albert, pero el mensaje que envía podría ser "esto es lo que te has perdido, amigo".
La guerra fría no acabó con el final del Muro de Berlín o la cumbre de Malta entre Bush y Gorbachov, ni mucho menos. Todavía queda una batallita en que se reactiva de vez en cuando. Y sabemos cuáles son los bandos enfrentados.