Se ha escrito mucho sobre la supuesta ansiedad de Begoña Gómez para llegar a la Moncloa. Incluso Peñafiel escribió que la mujer del presidente del gobierno español es "ambiciosa, pedante y protagonista". Pero ha habido que esperar un mes para verla asistir a un acto oficial. Moncloa está siendo criticada por escoger al detalle cada gesto del presidente, las fotos con el perro y la camiseta de Barcelona'92, el detalle de las manos y ahora qué causa tiene que abanderar la segunda dama de España. Si Letizia se ha significado en la lucha contra las enfermedades raras, Gómez ha apoyado una cena solidaria en defensa de los niños albinos de Tasmania.
Entregan prótesis a niño albino tanzano cuya mano fue cortada para ritual mágico http://t.co/lSIB4rJ4G1 pic.twitter.com/flPXFGcB6S
— Emol.com (@Emol) 19 de agosto de 2015
En el país africano hay una gran superstición con esta despigmentación de los niños y se les llega a mutilar partes del cuerpo. Un horror que ha llevado a un dermatólogo madrileño, Pedro Jaén, a recaudar dinero para luchar contra ello. Facilitar prótesis a los menores para poder hacer una vida menos traumática es sólo una parte. Begoña Gómez apoya a diferentes ONGs pero su primera causa sería observada con lupa, y ha sido humanitaria y no española. Una lacra africana, la de la incultura y la superstición que llevan a cometer brutalidades con los menores.
Algunas voces de dentro del PSOE empezaban a cuestionar la política de gestos e imágenes. El tuit con las manos del presidente ha sido el último exceso de comunicación de la Moncloa. Del acto oficial de la mujer de Sánchez no hay ni rastro a las redes oficiales y ha sido un diario poco próximo a Moncloa como El español el que ha hecho las únicas fotos. Begoña Gómez ni se detuvo en el photo-call ni respondió preguntas. Nada más un "todo bien, muchas gracias".
De momento, Begoña Gómez tiende más a parecerse más a Viri, la discreta esposa de Rajoy, que a Ana Botella. Pero su estilismo, melena y sonrisa acabarán compitiendo con la otra primera dama de España: la reina Letizia. Sólo se han encontrado públicamente en la recepción de los reyes en Palacio. No hay una ley sobre el papel de las dos y el diario que publica el acto de Gómez la llama "primera dama" cuando esta distinción se reserva por la reina. El primer encuentro estilístico entre la reina Letizia y Begoña Gómez como mujer del presidente promete hacer correr ríos de tinta y de píxeles. Para echar más leña al fuego, Letizia y Pedro Sánchez fueron compañeros de instituto en el Ramiro de Maeztu de Madrid. Existe la sospecha de que Letizia no está demasiado contenta con la nueva competencia.