Morir matando. El final de 'Sálvame' no será tranquilo en Mediaset. Sus integrantes han digerido el golpe y empiezan a soltarse. Cada día que pasa sube el tono de las pullas contra aquellos que se han cargado de una manera nada elegante un programa mítico de la televisión. Serán "gamberros hasta el final", incluso ácidos, directos y desgarradores. Como por ejemplo la mofa de estos días con 'Sálvame Algodón de Azúcar', una parodia de lo que está por venir a partir del 23 de junio en Telecinco. Ana Rosa Quintana hasta en la sopa, ni más ni menos. La nueva dirección del grupo audiovisual confía todo a la gran enemiga mediática de todo lo que representaba el espacio de Jorge Javier Vázquez. Dos tótems que mantienen las formas en el cara a cara pero que en realidad no se soportan. Cosa que no extraña, en este sentido nos compadecemos del de Badalona.
Hay mucha gente que se queda sin trabajo dentro de un mes, sobre todo colaboradores habituales para el gran público durante décadas. El despido les ha supuesto un shock emocional fuerte, a algunos también les supondrá problemas económicos. No será el caso de Belén Esteban, que en temas de dinero tiene la vida resuelta: si trabaja fuera de televisión es para mantenerse... y sobre todo, entretenerse. Pero las formas de matarla mediáticamente, a ella y a la familia que la ha acompañado en momentos muy importantes (y delicados) de su existencia, la han herido en el orgullo. Y como no le debe nada a nadie, ya lo anunció medio en broma, medio en serio: 'Pa' lo que me queda en el convento, me cago dentro".
Telecinco se entrega a Ana Rosa Quintana y a su deriva política
Esta expresión grosera parecía que no era más que un chiste, pero con Belén las cosas acostumbran a ser transparentes. Esta virtud, en ocasiones defecto, es lo que la ha hecho triunfar en televisión, guste o no. La de San Blas, ahora Paracuellos del Jarama, tiene clavada la cancelación de 'Sálvame' porque no es una decisión empresarial, aquí hay una estrategia política evidente. Borja Prado, nuevo presidente de la casa, se suma a la consigna de "hay echar a perroxanxe de La Moncloa". Y para hacer eso tiene a Ana Rosa Quintana, con el corazón siempre dividido entre el PP y VOX. Es la portavoz oficial de la corriente ideológica de Isabel Díaz Ayuso, quien también juega esta partida, claro. Tiene colocada a su exjefa de medios en la nueva cúpula de Telecinco, Sandra Fernández, como directora de Comunicación y Relaciones Externas. Todos sabemos cómo son las espartanas de la IDA, que le pregunten al ministro Félix Bolaños. Muerden. Y ahora le ha tocado a los 'rojos y maricones'.
Belén Esteban ya no soporta a Ayuso, "no la pienso volver a votar"
Ayuso, como decíamos, ha arrebatado el corazón de sus parroquianos. No nos pregunten por qué, somos incapaces de explicar el fenómeno de idolatría. Al margen de lo más evidente, ser muy pero que muy facha, el resto es un drama. Pero la votan, la veneran. Belén Esteban también era devota, durante la época de la pandemia le hicieron la pelota y cayó a sus pies. Pero poco a poco el globo se fue desinflando, diferentes situaciones relacionadas con la actualidad y la sanidad madrileña abrieron grietas en la relación. Ahora, con la estocada final, el divorcio es total. El diario El País explica la intrahistoria de la cancelación de 'Sálvame' y ofrece un detalle jugoso, una conversación privada de la tertuliana VIP con alguien muy próximo. No la soporta más. ¿Qué decía, indignada? "Es una maniobra política para que la derecha gobierne. No pienso volver a votar a Ayuso". Belén entra en campaña.
Siempre hay que mirar la parte positiva de la vida: al menos alguien ya se ha dado cuenta de su error.