En los últimos meses mucho se ha hablado de Belén Esteban y su continuidad en el mundo de la televisión. Los enfrentamientos que ha mantenido con Jorge Javier Vázquez por temas políticos y monárquicos han hecho saltar todas las alarmas. Unos conflictos por los que la colaboradora de Sálvame, en repetidas ocasiones, se ha ausentado de su puesto de trabajo dejando entrever que ya no estaría tan cómoda delante de las cámaras como cuando saltó a la fama, por ser la ex de Jesulín de Ubrique. Motivo por el que ha tomado una firme decisión, por lo que pueda pasar en un futuro, que le permitiría seguir teniendo ingresos lejos de los platós de Mediaset. ¿De qué se trata?
Tal y como recoge la revista Semana en portada el miércoles 21 de abril, la tertuliana de Sálvame ha emprendido una nueva faceta como empresaria. Apasionada por el mundo de la cocina, tal y como demostró durante los meses de confinamiento, Belén Esteban ha lanzado al mercado su propia marca de alimentación bajo el nombre 'Los sabores de la Esteban'. Un nuevo proyecto con el que, de momento, solamente comercializa salmorejo y gazpacho siguiendo la receta de su madre, a quien ella está muy unida. Aunque si sus platos tienen buena acogida entre el público, la tertuliana no descarta ampliar la oferta ofreciendo otro tipo de manjares. "Llevamos como 8 o 9 meses trabajando en este proyecto y ha sido una locura. No quiero dejar la tele, pero hay que pensar en el futuro", asegura la colaboradora de Sálvame para dicha revista. Fotos de Belén Esteban entre fogones:
Una nueva faceta empresarial, con la que cuenta con el apoyo de su marido Miguel Marcos, con la que la de Telecinco se siente muy orgullosa porque "he creado puestos de trabajo con todo lo que estamos pasando". En este sentido explica que su nueva empresa de comida no se trata de un capricho más, sino de algo muy meditado. "Quiero que me dure unos meses, quería tener una cosa que fuera mía y ojalá todo vaya bien y se la pudiera quedar mi hija", afirma. ¿Belén Esteban futura aspirante a estrella Michelin? Que tiemble el mundo de la alta gastronomía.