Belén Esteban ha completado su vuelta a la rutina mediática después del shock de la muerte de su exmarido, Fran Álvarez. Primero haciendo publicidad (y siendo muy criticada) de un producto dietético hecho de alcachofas, y ahora a punto de reincorporarse en Sálvame, donde todo el mundo le espera para saber cómo ha vivido el trágico deceso de la persona con la que compartió buena parte de su vorágine vital. La madrileña, golpeada por el episodio, no había hecho ninguna aparición pública desde el día siguiente de la muerte de Fran. A partir de aquel momento, se le ha buscado insistentemente para enchufarle un micrófono y obtener un testimonio de su estado emocional. Pues, 10 días después, ya la hemos visto. Parece que ha superado el mal trago. Al menos, por fuera.
Esteban ha sido 'interceptada' por los medios en el aeropuerto de Madrid junto a su esposo, Miguel Marcos. Muy bronceados, por qué no decirlo, y con cara de "no molestéis". Aunque se ha dicho que la colaboradora había pedido unos días de fiesta antes de la muerte de Fran, la pareja se largó para huir del drama y el alboroto mediático y recuperar el equilibrio. El destino, aunque se mantiene en secreto, hace pensar que ofrecía sol y playa en el extranjero. Y por lo que desprenden las imágenes, parece que lo han aprovechado con creces. La colaboradora tiene que volver al programa de Telecinco, y lo hará con un aspecto envidiable, lejos del dramatismo que se le ha atribuido estos días.
Belén no ha dicho nada en el aeropuerto y se ha mostrado molesta con la prensa que le esperaba, y aseguran que no hará nigún (lucrativo) programa especial por la desaparición de su exmarido. Lo que si hará es contestar a las preguntas sobre Álvarez en la edición normal de 'Sálvame'. Un gesto que le honra, después del revuelo en torno a la tragedia, alimentado desde su propio show televisivo. Hay expectación por saber cómo se presentará en el plató de T5. Lo único que queda claro es que lo hará con color caribeño y muy relajada.