Belén Esteban y su marido Miguel Marcos ya han vuelto al trabajo: ella a Sálvame y él a las ambulancias. El sábado la estrella de Telecinco volvió como un huracán al Deluxe anunciando que se volverá a casar pero por la Iglesia cuando consiga la nulidad de su primer matrimonio con Fran. Los medios se frotan las manos con la tercera boda de la princesa del pueblo y las redes sociales han perseguido a la colaboradora más popular de España por playas y piscinas este agosto. Igual que las redes filtran las fotos de su hija Andrea, ahora han pillado al matrimonio en una piscina y la foto es natural y poco favorecedora:
Una foto a traición, por detrás, donde se ve a la Esteban con un tatuaje en la nalga del toro de Osborne, unos kilos bien puestos, en bikini y su marido en bermudas. Quien crea que Esteban luce poco, que compare cómo era hace años con su exmarido Fran. Está mucho mejor ahora y su segundo marido le hace más bien que el ex:
El pueblo la adora y la detesta por lo mismo: porque hace lo que quiere. ¡Arriba la Esteban!