El club de fans de Juan Carlos I ha pasado una Semana Santa de lo más entretenida. Las fotos de la visita de las hijas Elena y Cristina y 5 de sus nietos (4 y medio si atendemos a la primera versión de la instantánea) han llenado sus corazones de una excitación monumental. El abuelo desterrado injustamente no está solo, su sangre cruza el planeta para abrazarlo, la familia no lo deja en la cuneta. Preciosísmo todo, claro que sí. Los documentos gráficos del encuentro entran a formar parte del particular álbum del emérito, escondido en Abu Dhabi esperando que la tormenta acabe. La mala noticia es que todavía tiene borrascas sobre su cabeza, ahora las que amenazan desde Londres. Toca seguir esperando en la jaula de oro del desierto. Lástima.
En todo caso, la tropa juancarlista ha vibrado con las imágenes. Hay quien se ha imprimido copias para colocarlas por los rincones de su casa, extasiada y a punto del delirio. Por ejemplo, Belén Esteban. La colaboradora de Telecinco, también conocida como 'la princesa del pueblo' ha brotado de manera tal que en su vuelta a 'Sálvame' tras las vacaciones no se ha podido aguantar, declarando su devoción por Juan Carlos, pero también por Felipe, Sofía y todo aquello que tenga que ver con los Borbones. No sólo eso, si no que Belén le hace la competencia a los cronistas en la materia. Tiene línea directa con la Casa Real, sabe cosas que nadie más sabe. Y todas buenas, claro: la monarquía es lo mejor que le ha pasado al género humano. Palabra de Esteban.
Entre otras cosas Belén ha revelado que Juan Carlos y su mujer, Sofía, mantienen una bonita relación. El peso de los cuernos, las faltas de respeto, la humillación pública y todo lo que sabemos de este matrimonio son minucias: "Hablan a menudo". También lo hace con su hijo Felipe, el mismo que no lo quiere ver en Zarzuela ni en pintura. Está bien, compramos las premisas. Tiene buenas fuentes, asegura: conoce a alguien que conoce a alguien que conoce a Juan Carlos. Irrefutable. Tanto es así que le pidió a este alguien si podía encontrarse con él en Dubái, cuándo fue allí a promocionar sus gazpachos. Pero se quedó con las ganas. Aunque el Borbón mire 'Sálvame' no osó ir al encuentro de la de San Blas. Esta imagen habría dado la vuelta al mundo. "A mí me hubiera gustado tener una conversación y lo que le hubiera dicho me lo callo para mí". Callar, callar, no demasiado, la verdad.
El caso es que Belén se rompe la cara por Juan Carlos porque es el hombre que ha puesto la luna en el cielo... y la democracia en España. Bueno, es de las pocas cosas que consiguió señalar de todas las maravillas que le atribuye. "Habrá hecho cosas malas, pero muchas más buenas". Otra es "ponerse a España por montera". Patético. Le hace un ruego: "Ven a España y habla, cuenta todo porque también has hecho muchas cosas bien". Sí, mejor que las explique él, porque Esteban no se siente capaz. En fin. Después de esta lección de genuflexión irredenta, la audiencia ha estallado y con razón. La han despedazado de lo lindo: "Que vergüenza", "bochornoso", "inculta", "abre los ojos"...
Con amigos así no hacen falta enemigos. El mejor favor que le puede hacer Belén a su ídolo es callar.