Sábado de emociones políticas, mientras Pedro Sánchez prometía el cargo, dos iconos españoles, probablemente los más icónicos y los más españoles, coincidían en el veredicto: Sánchez fuera y que se convoquen elecciones ya. Son Belén Esteban y Rafa Nadal. Esta tesis no la sostiene ni el PP, que no está para escoger candidato electoral. Sólo el acelerado Albert Rivera quiere elecciones, ya que las encuestas, hasta ahora, le daban favorito. El tenista lo dijo después de vencer su partido de Roland Garrós: "Lo mejor sería volver a votar".
La red se le ha echado encima por vérsele el plumero de derechas a un héroe del deporte español. Algunos le recuerdan que tiene carta blanca urbanísitca en Mallorca para hacer negocios:
El último tuitero no debió ver Deluxe el sábado por la noche. Si en TV3 emiten FAQs, programa político que el sábado parecía el Deluxe, a la misma hora Jorge Javier tenía celos y preguntaba a sus tertulianos sobre política. Belén Esteban, otra intelectual, sostenía: "A lo mejor meto la pata, pero yo quiero elecicones para que la gente vote, me parece bien la moción de censura aunque voté a Rajoy cuando le tuve que votar". El presentador, afín al PSOE, le dice "Es que eres de Ciudadanos". Y el público aplaudía a la princesa del pueblo. "Po qué tiene que ser Pedro Sánchez, coño". Finura del análisis político en manos de Sálvame.
Jorge decía que se alegraba de la moción, la celebró tiñéndose de platino. El grupo de tertulianas eran más de derechas que Peñafiel. Lydia Lozano afirmaba que Zapatero también manipulaba TVE. Y siguieron su debate de si Terelu escupía chicles a las azafatas. Albert Castillón, un presentador de Salsa Rosa, el exwaterpolista y excocainómano García Aguado, un tenista que destroza su isla y la Esteban. La España que vota a Rivera.