La "princesa del pueblo" tiene un lema: "yo, a mí, porque yo, yo, a mí, ¿me entiendes?". De allí no la sacas, a Belén Esteban. El ego de la estrella de T5 es descomunal e inversamente proporcional a su cultura general. Tampoco parece que vaya sobrada de humildad, por mucho que venda otra "moto" en 'Sálvame': eso de que es próxima, amable y que toque con los pies en el suelo quizás es sólo la fachada del personaje. En las distancias cortas y cuando nadie la mira, tiene otra cara. Es famosa, de acuerdo, pero ejerce de famosa. Y eso hace aflorar tics de creída que dan penita.
Esteban, tan aficionada a las amistado ultrafamosas, haciéndose fotos con Rosalia, Pablo Alborán o los 'jefes' de Mediaset, no es tan 'amiguis' cuando se le acercan personas que conoce poco, o nada. Y debería estar más informada. Como por ejemplo, un hombre y veterano de la interpretación como Joan Pera, conocido en todas partes por ser la voz de doblaje de Woody Allen, entre otras cosas. Belén también ha hecho sus 'pinitos' en el cine, claro, con un papelito en 'Torrente'. Están a la par, ¿verdad? El caso es que el de Mataró ha explicado el encuentro que tuvo con la de San Blas, y que acabó con un feo de la de T5. Lo explicaba en 'Persona Inflitrada' de TV3, hablando de famosos "repelentes". Joan no se quería mojar para no ofender a nadie, pero dejó la anécdota. Se la encuentra y le pide una fotografía, en un ramalazo de fan. Inocente. La madrileña lo rechazó altiva. Imita su cara de malos humos: "no hago fotossss"
Puedes ver el momento aquí (21:35):
El star system que representa Esteban tendría que aprender mucho de gente como Joan Pera. Bien, de hecho si aprendiera ni que sea una única cosa, ya sería un éxito.