El año 1995 el panorama mediático del chismorreo español cambiaba para siempre. En una calle de Benidorm se producía un contacto visual de consecuencias mayúsculas: Belén Esteban le hacía ojitos a Jesulín de Ubrique, y el torero la correspondía. A partir de allí, romance, embarazo, hija, porrazo monumental y guerra sin descanso en platós de televisión y revistas. La existencia de Andrea Janeiro es el único motivo para no arrepentirse de haberse enredado con el andaluz, pero la historia podría haber sido muy diferente si llega a cuajar otra relación con un famoso cinco estrellas de la época, uno de los guapos oficiales del cine español de los 80 y 90. Jesulín no fue el primer VIP, pero sí el que llegó más lejos.
La persona de la que hablamos es Jorge Sanz. El actor madrileño, ganador de premios Goya y con una importante carrera a su espalda, ha dejado a todo el mundo boquiabierto al hablar abiertamente de su relación con la princesa del pueblo. Lo hacía en el Festival de Málaga, aclarando los rumores que desde hacía años circulaban de manera recurrente. Sin embargo, nunca se había puesto sobre la mesa por parte de los protagonistas. Sanz ha rememorado aquella 'Belle Epoque', dejando caer una serie de perlitas que valen la pena.
El actor no se esconde, la relación existió. Incluso un interés que iba más allá de una amistad con una mujer "fantástica", en aquel momento "un monumento". Bien, ahora también "lo sigue siendo", subrayaba a periodistas de Europa Press. Desgraciadamente, no consumaron. No hubo "affaire" propiamente dicho, pero sí que salieron en más de una ocasión. Ahora, décadas después, parece arrepentirse. "Ojalá", ha dicho de manera galante, pero decepcionante. Queríamos más de este romance sorprendente.
Jorge, de 52 años, es un hombre casado, enamorado, padre y abuelo. Comparte su vida desde hace años con la francesa Aurélie Dominguez, una empresaria que fue su jefa de prensa. ¿Qué habría pasado si la amistad especial con Belén Esteban pasara a romance en toda regla? Es la pregunta del millón. La vida de la estrella televisiva sería muy diferente, sin Fran, sin Dani Dj, sin el propio Miguel. Quizás tampoco no hubiéramos descubierto nunca su personaje mediático. Y en buena parte por lo que señala Sanz como una gran virtud de la de San Blas, ahora Paracuellos del Jarama: "Me parece una chica luchadora, una mujer que se ha hecho a sí misma y que se ha echado la vida a la espalda. A mí ese tipo de gente me cae muy bien". Una máquina del tiempo, por favor. Necesitamos ver esta película. Séptimo arte del bueno.