Muchos famosos han caído rendidos ante los maestros del bisturí. Las operaciones estéticas están al orden del día y más de moda que nunca. Pómulos, labios, nariz, liftings o aumentos de pecho. Cada uno opta por 'mejorar' la parte del cuerpo que menos le convence, dejándose una millonada para mostrarse de lo más guapos.

Los antes y los después entusiasman a los más fisgones, siendo muy goloso ver cómo han cambiado. Pues bien, la última en confesar haberse sometido a un cambio de este tipo ha sido Belén Rueda.

La actriz ha sido protagonista en más de una ocasión de artículos especulando con una posible operación. Muchos han asegurado que se habría dejado el dinero en parecer más joven y estar estupenda, un rumor que se ha extendido durante los últimos años.

Y ahora ha participado en el Planeta Calleja de este fin de semana, yendo hasta Guinea Ecuatorial y viviendo una aventura en mayúsculas que acabó con el abrazo a un mono.

El presentador quiso meter la nariz y le preguntó directamente si es verdad que se ha operado. La sorpresa fue mayúscula al ver que no tuvo ningún inconveniente al confesar que es verdad: "Por nuestro trabajo la cirugía estética en la cara es muy peligrosa, porque es verdad que te cambia el gesto. Hablamos mucho con nuestros ojos. En la cara nunca me haría nada. Tengo un centro de estética en el que una amiga me hace cositas, pero operarme sólo me he operado el pecho".

La conversación tuvo de todo, haciendo un repaso a su larga trayectoria y a los problemas que ha sufrido. Quiso criticar la brecha salarial, asegurando que existe: "Es verdad que los hombres en la ficción siempre han cobrado infinitamente más que las actrices. Menos una mujer, la gran Lina Morgan".

Su papel en Periodistas le hizo todavía más famosa, pero no fue una época fácil: "Había actores que me hacían la vida imposible por ser la novia de Daniel Écija. Pero es que la prensa también era muy dura porque decían que estaba allí por ser su mujer". Problemas que hicieron que no acabara de disfrutar del todo. Y ahora, más de quince años después, se plantea volver o no en televisión: "Presentar es muy complicado. No sé si estoy preparada para volver".

Uno de los momentos más duros llegó con el recuerdo a su hija Maria, quien nació con una enfermedad y murió al cumplir el año. Si a Bertín Osborne le confesó que eso le hundió y paró su mundo, ahora se ha sincerado todavía más: "No sé bien lo que significa superarlo. Si es olvidar, ya te digo que no lo he hecho. Hay veces que estás más entera y otros que te pega más fuerte. Depende del momento de la vida. Hasta el día siguiente de nacer no descubrieron que tenía la cardiopatía, allí empezó el infierno. Cuando te pasa alguna cosa así, lo paras todo. Daniel y yo nos centramos en ella".

Calleja consiguió que Rueda se abriera, protagonizando una de sus entrevistas más sinceras.