Bertín Osborne saca la cabeza en medio del temporal. El presentador tiene varios frentes abiertos en torno a sus amantes. El principal, el bebé que crece en la barriga de una amiga intimísima, Gabriela Guillén. La única que, a pesar de las evidencias de que pasa olímpicamente de ella, sigue asegurando que continúa enamorada de Norberto. Que tienen futuro. Algo de razón, poca, sí que tiene. Bertín es el padre de la criatura. Ahora bien, será un futuro a distancia. A años luz. De ella y de un descendiente a quien calificaba, de primeras, como de accidente y de hijo no deseado. Eso sí, aseguraba que se haría cargo. Una declaración que parecía un brindis al sol, pero que ahora, a partir de las palabras que ha filtrado a la prensa amiga, tienen todo el sentido.
Debe ser que Bertín se ha hartado el bombardeo constante de Gabriela y también de Chabeli Navarro, y ha pasado a la acción con una aliada sorprendente: Fabiola Martínez. La ex del cantante, a pesar de huir por piernas, se ha especializado en zurrar a las amantes de su exmarido. Gabi acaba de ofrecer un relato contundente sobre qué pasó en urgencias hace unos días, cuando tuvo que ir sola y el padre no le cogió el teléfono para interesarse ni por ella, ni por el niño. Pasa de todo. Eso sí, se ve que ha hecho pupa, porque hay contraataque. Bertín remacha, no quiere a ese niño.
Paloma García Pelayo ha hecho de portavoz de Bertín y ha comunicado la decisión drástica que ha tomado hacia Gabriela y el niño o niña que vendrá dentro de 3 meses: someterse a una prueba de ADN. Quiere saber si es el padre, no las tiene todas consigo. La teoría de la conspiración, la de todas quieren lo mismo, o como dijo él mismo "todas las mujeres son iguales", elevada a la máxima potencia. Ha reconocido públicamente que sí, que es el padre. Pero si no hay papeles, ni un céntimo. Repudiados. Eso es hacerse cargo: protegerse. No cuidar de un bebé. Bertín, marca de la casa.
La exclusiva de la famosa extertuliana de Ana Rosa Quintana, ahora huida a la competencia, nos proporcionaba un detalle surrealista. Ahora bien, nos lo han vendido como si eso fuera la fórmula de la Coca-Cola. Resulta que la medida, que ha sido comunicada a la interfecta (quizás por eso su enfado de hace unas horas), no será aplicada inmediatamente. La frase es oro: "Han pasado varios meses, él lo ha reflexionado, es una decisión que debe a su familia y está decidido, aunque va a esperar lógicamente a que este bebé nazca". No sabemos cuál era la otra opción que tenían en la cabeza, pero adelante con los faroles. Gracias para informar. Y pobre criatura, vaya pitote. Y qué mal gusto.
Bertín no se considera el padre hasta que no le demuestren lo contrario. Normal que ni se preocupe ni piense hacerlo. 3 meses más de vacaciones extras, papi.