Desde el año pasado, Bertín Osborne se encuentra en el top número uno de los escándalos mediáticos. La polémica siempre va del brazo del presentador español, y es que se busca los problemas él solito. Digamos que sus comentarios desafortunados sobre el amor y las mujeres lo retratan solo, pero la noticia bomba de su paternidad a 69 años estallaba una telenovela digna de ser comentada. Gabriela Guillén saltaba a la fama por ser la amiga especial del cantante de rancheras y después de un tiempo juntos, su historia acababa con un bebé por el medio. El gran escándalo del nacimiento llegaba paralelamente con un grave contagio de la covid que dejaba a Bertín Osborne fuera de juego, literalmente. Ya hace unos meses que no lo vemos en escena, ni siquiera una publicación por la red. Pero su retorno prometía guerra, y así ha sido. Las primeras palabras después de este descanso mediático han vuelto a la altura de su masculinidad frágil, como siempre.
El nacimiento de su sexto hijo y primero en común con Gabriela Guillén le pasaba factura, le hizo bajar las defensas y contagiar una covid crónica que lo dejaba K.O. Cancelaba los conciertos, no aparecía al funeral de su íntimo amigo Arévalo y llegaba un punto que nos tenía preocupados, necesitábamos más capítulos de todo este revuelo. Pues bien, tal como sus dos hijas Eugenia Osborne y Alejandra Osborne comunicaban, su padre ha ido mejorando progresivamente y parece que está medianamente recuperado. Ya es hora de salir de la cueva después de meses escondido. Bertín Osborne es imagen de una empresa que le va como anillo al dedo: The Test, una clínica de sexualidad masculina. Buen fichaje, no hay nadie más explícito que él para representar la lujuria y la pasión sexual, solo hay que ver su historial. Así pues, sus declaraciones durante la promoción de la empresa nos hacían revivir su machismo y sexismo, tal como lo habíamos conocido, nos demostraba que estaba recuperado del todo.
"Somos infieles todos, porque los hombres son infieles con mujeres, no con cabras. O sea, somos todos infieles (...) Para enamorarme es imposible, yo es que no me enamoro, ¿qué es exactamente estar enamorado? Yo no sé si he estado enamorado alguna vez" Bravo, aplausos. Una vez más volvía a estar a la altura con sus palabras. Ya hace casi más de una semana que estas polémicas declaraciones circulan por la red, y entre todos los personajes, su entorno, todo el mundo, quería conocer la visión de la persona con quien habría hecho vida de matrimonio durante años: Fabiola Martínez. Teóricamente, ella es la única señora que le habría podido robar el corazón, pero tampoco le pudo rebatir su vena de mujeriego. Después de su retorno con fuerza, Fabiola no puede hacer nada más que esconderse bajo la mesa, la pobre no sabe ni donde meterse, por eso cada vez que la prensa le pregunta responde más y más contundente, Así lo asegura la revista SEMANA, los cuales han podido contactar con ella y ha reaccionado así.
Según ha detallado la redactora Marta Bolonia y aseguraba programa Y ahora Sonsoles, la expareja de Bertín Osborne querría desvincularse del todo de su exmarido, no quiere saber absolutamente nada. "Me dice que le pilla ya muy al margen, que está a otras cosas y que entiende que es inevitable, pero que lucha porque se le deje de asociar a él (...) está centrada en su trabajo" y pide a los medios de comunicación que "dejemos de asociar las cosas que dice Bertín con ella". Fabiola Martínez quiere pasar página, se hace la desentendida al conocer realmente a quien tenía en el lado: un mujeriego de manual, que solo piensa con disfrutar de un rato de pasión. De flor en flor, este es su lema a la vida. Y lo peor de todo, siempre encuentra a alguien que le hace caso, que también se quiere arrimar. No sabemos que nos parece más asqueroso de todo.
Bertín Osborne siempre será un clásico, pero no por su trayectoria ni por su éxito, sino por sus comentarios tan sumamente antiguos. Siempre se quedará un paso atrás de la evolución humana.