Cuenta atrás para el nacimiento del séptimo hijo de Bertín Osborne, que es probable que esté con nosotros antes de que acabe el año o, a más tardar, a principios del próximo 2024. Un hijo que él rechaza tener, está claro. Ya lo ha dejado claro en varias ocasiones desde que se hiciera pública su polémica paternidad a 69 años. Mientras pasa la tormenta, Gabriela Guillén, de 32 y embarazada del presentador, se ha convertido en un personaje protagonista más de las tertulias del corazón. Entre las últimas informaciones publicadas, destaca la de un generoso acuerdo económico en que quedaría demostrado que, aunque el de Telecinco y Canal Sur se niega a ejercer como padre, querría que la madre no sufra calamidades económicas durante el embarazo.
La idea era que una vez nazca el bebé, que probablemente será niña, de acuerdo con unas declaraciones recientes de Guillén en que apunta que "está estupenda", también dispusiera de la aportación necesaria para mantenerla, aunque Osborne no aparezca en ningún caso en la escena familiar. En cualquier caso, la tortilla se ha vuelto a dar la vuelta en esta rocambolesca historia. Así lo aseveraba la periodista Marisa Martín Blázquez en TardeAR, dejando claro que el último de los movimientos del cantante de rancheras habría sido cerrarle el grifo a la esteticista nacida en Paraguay. La aparente buena relación entre ambos, kaputt. Fin del entendimiento.
"A partir de ahora que Gabriela se despida de cualquier aportación económica porque Bertín le ha cortado el grifo, económicamente hablando", destacaba la comunicadora en el espacio de Ana a Rosa Quintana. No sin asegurar que esta remuneración volvería a ser efectiva una vez se pueda confirmar la paternidad a través de una prueba, como él ya habría pedido en reiteradas ocasiones y sin olvidar su modus operandi. Además, toda comunicación entre ellos será mediada por los abogados a partir de ahora. El motivo para tomar esta drástica decisión remite a la aparición de Gabriela en las revistas. Y es que lejos de creer que se están publicando imágenes robadas de la embarazada, el televisivo piensa que, en realidad, se está lucrando de la situación.
El periodista Antonio Rossi había afirmado en la previa a este último giro de guion tuviera lugar que Guillén habría recibido dos transferencias bien jugosas. Más allá de una posible compra del silencio, una de ellas estaría motivada por el hecho de que el examante tendría que haber pedido la baja médica en el trabajo en vista de la presión mediática. Sea como fuere, Gabriela tampoco se ha quedado callada. Cuando las cámaras de Europa Press la interceptaban después de hacerse un masaje para desconectar de la vorágine, ella era contundente. "Estoy trabajando todavía. Cuando queráis venir a mi consulta, os invito (...). De casi siete meses y trabajando", sentencia, dejando claro que no sabe de dónde han salido los datos que lo niegan. "Estoy muy contenta con mi bebé, que está muy bien. Y es todo lo que voy a decir", explicaba, añadiendo que lo más importante para ella es "intentar estar tranquila" después del incidente del hospital.
La versión de Bertín, totalmente refutada. Guillén no se esconde. Cuando le preguntan sobre sacar adelante el embarazo sin ayuda económica de él, es rotunda: "lo estoy haciendo". Y buenas noches, señor.