El último trabajo de Bertín Osborne lleva por título "Yo debí enamorarme de tu madre", un nombre que es toda una invitación al escarnio generalizado en la red. Quizás era el 'terror' de las madres de sus fans, pero por quien no tiene ningún tipo de afecto el cantante de rancheras y los tejanos apretados es por el diputado de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.

El político, a raíz de la citación a declarar del humorista Dani Mateo por haberse sonado en la bandera española, escribió un tuit que para alguien que quiere más a la piel de toro que a su propia hombría debería ser toda una provocación.

Sería impagable ver a Rufián en los sofás blancos de la casa de Osborne charlando con la misma complicidad que cuando fue Agatha Ruiz de la Prada envuelta en un vestido rojigualdo, pero luciendo el político una camiseta con la senyera. Pero como eso no pasará, el resto de mortales nos tendremos que seguir conformando con los 'piropos' que se van dedicando los dos en la distancia.

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La diseñadora era quien se vistió con la bandera española, pero quien no necesita vestidos para demostrar su españolidad es el cantante andaluz. Y cuando le tocan España, los pelos del pecho se le tensionan y sale el macho que lleva dentro. Incluso se peleó a tortas por un chándal de España.

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En su hit Buenas noches señora da las gracias a la tal señora "por sus sonrisas y sus caricias" añadiendo que "para mí no hay fronteras y mi sitio es cualquiera"... Una frase de cara a la galería. Porque en el fondo, su sitio es España, y pobre del que ose hacer temblar la integridad del país: "si ser rancio es sentirse orgulloso de ser español y decirlo, que probablemente eso lo da el viajar mucho, soy rancio. Yo considero que es lo normal y que cualquier otra consideración es de gilipollas", ha dicho en una entrevista para Efe. Aviso a navegantes. Seguro que Rufián no duerme después de leer las palabras de Osborne.

@gabrielrufian

No son los únicos "gilipollas" a los que se ha referido. Sobre los que hacen mofa y consideran que el título de su nueva obra es de un machismo tronado que echa para atrás, Bertín dispara con bala: "Gilipollas hay muchos en este país y en las redes más. Ni es mi público ni va a ser mi cliente, así que me da igual", respondía el artista. Por cierto, Osborne no se plantea de momento retirarse ni de la música, ni de la televisión. Y esperamos que tampoco de su relación en la distancia con Rufián. Seguro que es mucho más entretenida que escuchar su disco en bucle.