Arévalo es el mini-yo de Bertín Osborne. El humorista se hizo famoso en aquel Un,dos,tres de la TVE de los años 80 por hacer chistes de mal gusto. Los llamaba "chistes de mariquitas y gangosos". Ahora malvive en los escenarios haciendo de palmero de Osborne. Se han peleado y reconciliado más que Pimpinela. Arévalo ha ido el sábado a Sálvame Deluxe de Telecinco a mostrar las manos llenas de muñequeras de España. Explica que quiere lucir la bandera como quién luce la de los derechos LGTBI.
La cuestión es que Arévalo no aclara qué derechos tienen limitados los españoles que necesitan reivindicar como los independetistas o los gais. Como el pequeño humorista es interesante en tanto que explica cosas de Bertín, la anécdota buena es la que revela del cantante en Barcelona. Este es el vídeo:
Osborne actuaba en el Paralelo y antes jugaba una partida de pádel en unas instalaciones deportivas de la capital. Se vestía con un chándal de España, cosa rara ya que en Madrid juega sin ninguna bandera. Pero en Catalunya optó por vestirse con ropa y escudo de la selección de España. "Bertín en Barcelona jugaba todos los días. es un deportista total. Y se pegó con uno porque le pegó un empujón porque llevaba el chándal ese, pero un empujón en el pecho que le hizo daño. Se dio una vuelta y le hizo pun. Y Bertín se fue a por él". Osborne es corpulento y a los 63 años todavía tiene fuerza. Arévalo no explica quién salió peor parado.
Arévalo afirma "Me da rabia que no se pueda presumir de ser español y de nuestra bandera". Lo dice con más rojigualdas encima que la Legión. La rabia se convierte en ira, la ira en odio, y el odio en sufrimiento. Arévalo, un maestro y Bertín el héroe español. Que se vista como quiera y violencia cero. Mejor fue la entrevista que concedió a En Azul donde mostró un menosprecio evidente por otros banderas, las independentistas, y nos dijo "La situación actual en Catalunya me parece de risa". Que vuelva a hacer chistes de discapacidades intelectuales, si lo encuentra más gracioso.