Bibiana Ballbé es una de las presentadoras más carismáticas que ha habido nunca en TV3. Su estilo inconfundible ante cámara la hizo merecedora de muchos comentarios y elogios y alguna que otra parodia que ella ha aceptado con deportividad. Los espectadores de TV3 la han visto crecer y a sus 43 años, tiene a sus espaldas una retahíla de programas como Silenci, Bestiari il·lustrat o El club. Y ahora, desde hace un tiempo, la podemos ver en el programa La Comunitat, un espacio que invita a la reflexión y que acostumbra a reunir a invitados especiales que vale mucho la pena escuchar, como la reunión que hizo recientemente con algunos de los mejores cocineros del mundo.
Siempre con una cuidadísima imagen, sus propuestas audiovisuales no dejan nunca a nadie indiferente y sorprenden por la oferta de lo que se muestra y cómo se muestra. La presentadora y periodista especializada en cultura es una apasionada por su trabajo. Pero no sólo.
Evidentemente, su otra gran pasión es su familia. Así que imaginen qué pasa cuando se combinan las dos cosas al mismo tiempo, y más, de manera que no se esperaba. Enamorada y feliz al lado de un joven empresario, Ricard Abadias, y felices padres de un hijo guapísimo que ya tiene 4 años, el pequeño Max, Ballbé se muestra radiante en las redes sociales al lado de los hombres de su vida. Si el éxito en la TV tiene un ingrediente básico, la telegenia, a esta pareja no les falta nada, todo lo contrario.
Su pareja sorprendió a Bibiana cuando estaba grabando una de las entradillas de su programa. Una visita emocionante que le provocó una sonrisa todavía mayor de la que acostumbra a lucir siempre ante cámaras. Y tal como ella misma ha reconocido, "por muchos rodajes así", añadiendo un corazón dedicado a las dos personas que se pusieron detrás del cámara:
Pero el pequeño Max no sólo la sorprende en el puesto de trabajo. También en su casa. Porque esta semana, Ballbé ha tenido ración doble de deshacerse de amor por su hijo. Otro día que llegó a casa después de una jornada de trabajo, no podía haber tenido un mejor recibimiento que el que le regaló Max. Llegar a casa y encontrarte con un "mensaje sorpresa de amor", no tiene precio. Un "mami os quiero mucho" conmovedor que hace llorar a la orgullosa madre y todos sus seguidores, emocionados, que se ponen en su piel o que recordamos aquellos primeros textos y dibujos de nuestros hijos dedicados a nosotros.
Viendo eso, no nos extraña que siempre veamos a Bibiana con una sonrisa gigante. Que guarde esta nota como oro en paño.