El ambiente político está más tenso que nunca desde el otoño de 2017. La confluencia de unas elecciones municipales que requieren pactos entre fuerzas enemigas, con una precampaña electoral poara las elecciones generales lo complica todo: Unos protestan porque los independentistas no se pongan de acuerdo, otros ven con repugnancia que el PP ni disimule abrazarse a la ultraderecha. Y quedan los que sacan trapos sucios antiguos. Todo el mundo está tenso. Y llega a los actores catalanes. No es habitual que se pronuncien sobre política. Solo Joel Joan, Lluís Marco o cuatro más osan. Pero en unas pocas horas ha habido dos famosísimos actores catalanes que han utilizado el mismo insulto contra políticos, y no es sutil: "panda de hijos de puta". Primero fue Juanjo Puigcorbe, ex número 2 de Alfred Bosch a la lista de ERC por Barcelona. Ahora insulta a sus excompañeros de filas:
Puigcorbé, un actor independentista que iba con ERC, sangra por la herida. Escupe a su ex partido acusándolo de vetarlo para trabajar en Catalunya durante 7 años, desde que abandonó la política municipal. Y ahora que vuelve a Barcelona para una película de un director catalán, Rodrigo Cortés, les acusa de ser una "panda de hilos de puta, que nadie os vote nunca más, vais clavando navajazos". No es el único. Otro actor indepe ha hecho otro tuit acusando a otro partido de ser "unza panda de hijos de puta". Es uno de los más queridos del culebrón Com si fos ahir, Biel Duran, que hace de Quique:
El PP pone a Vox a gobernar uno de los territorios más importantes y poblados, la Comunidad Valenciana, y Biel Duran se indigna: "Ya es triste que tengan que venir estea panda de colonizadores e hijos de puta para despertarnos y volver a alzarnos". Ojalá sirva para alzarse y para alzarse mejor que las otras veces. Duran no tiene miedo de llamar a las cosas por su nombre, y los enemigos de la lengua y la identidad catalanas gobiernan en el sur de Catalunya donde la cultura catalana será todavía más minorizada. Lamentable. Roba el calificativo a Puigcorbé para destinarlo a quien mejor se lo merece: la ultraderecha.