Edmundo Arrocet, conocido por su carrera artística y su vida mediática, ha dejado a un lado su faceta humorística para abrirse emocionalmente sobre uno de los aspectos más duros de su vida: su infancia. En una emotiva entrevista concedida al programa Y ahora Sonsoles, el humorista chileno relató cómo las experiencias con su padre marcaron profundamente su vida y cómo estas vivencias influyeron en la relación que decidió construir con sus propios hijos.
Edmundo compartió detalles de una infancia difícil, marcada por una relación conflictiva con su padre. “De mi padre aprendí lo que no quería ser con mis hijos”, confesó, refiriéndose a las experiencias negativas que vivió en su entorno familiar durante sus primeros años. Aunque no ahondó en todos los detalles, dejó entrever que la ausencia de afecto y el comportamiento autoritario de su progenitor moldearon su percepción de lo que significa ser un buen padre. El artista describió cómo estas vivencias lo hicieron reflexionar y tomar una decisión consciente de ofrecer a sus hijos un entorno completamente distinto al que él vivió. "Decidí romper ese ciclo. Quiero que mis hijos recuerden a un padre que los quiso, que los apoyó y que siempre estuvo ahí para ellos", añadió.
El peso de la reconciliación
A lo largo de la entrevista, Edmundo reflexionó sobre la importancia del perdón y la reconciliación, tanto con su pasado como con él mismo. Reconoció que, aunque las heridas de su infancia dejaron cicatrices, también le enseñaron lecciones valiosas sobre cómo construir relaciones familiares más saludables y basadas en el respeto mutuo. “Con el tiempo aprendí a perdonar, no por justificar lo que pasó, sino por mi propia paz. No puedes avanzar si llevas el peso de la amargura contigo”, explicó el humorista, destacando que este proceso de reconciliación personal le permitió ser un mejor padre y una persona más plena.
Un ejemplo de paternidad consciente
Hoy, Edmundo Arrocet se muestra como un hombre que ha sabido transformar sus experiencias más dolorosas en herramientas para construir un legado positivo. Aunque su vida profesional ha estado llena de éxitos y momentos mediáticos, su mayor orgullo parece ser el vínculo que ha logrado forjar con sus hijos, un reflejo de su deseo de ser el padre que nunca tuvo. Con esta sincera revelación, el humorista ofrece una lección de resiliencia y empatía, recordándonos que, aunque no podemos cambiar el pasado, sí podemos elegir cómo influirá en nuestro futuro.
Las palabras de Edmundo resonaron con fuerza entre los televidentes, que no tardaron en expresar su apoyo en redes sociales. Muchos destacaron el valor del humorista al compartir una faceta tan íntima y vulnerable de su vida. El relato de Edmundo no solo es un testimonio de superación personal, sino también un recordatorio de que es posible cambiar el curso de nuestras vidas, independientemente de las circunstancias que hayamos enfrentado en el pasado.