Bill Gates, la segunda persona más rica del mundo tras Jeff Bezos, está a punto de dejar de serlo porque su fortuna se dividirá con su mujer Melinda Gates. Como pasa con otros multimillonarios como Amancio Ortega, sus ex llegan a la lista al dividirse el patrimonio por la ruptura conyugal. Y Melinda tiene números de hacerse con buena parte de todo ahora que va conociendo detalles de las infidelidades de Bill Gates. El señor Microsoft de las gafas que parece Woody Allen según publica el The New York Post, intentó ligarse empleadas suyas antes de divorciarse.
Bill Gates persiguió a varias mujeres en su despacho mucho tiempo después de casarse con su esposa Melinda, en 1994. Se han documentado dos casos en que el magnate tecnológico preguntó torpe a mujeres que trabajaban para él en Microsoft y la Fundación Bill y Melinda Gates. Eso creó un entorno laboral incómodo con la vida personal de Gates, convertida en chismes entre los empleados, que eran conocedores que el matrimonio del jefe iba mal y que Gates perseguía empleadas, invitándolas a cenar por mail.
Según el diario, el chapucero Bill Gates acabó enviando un mail a las empleadas asediadas, "Si eso os hace sentir incómodas, hacéis ver que nunca ha pasado". La impunidad del dinero le hizo cometer errores descomunales. Los empleados aclaran que no veían el patoso Gates como un depredador. No presionaba a las mujeres. Era un nerd o empollón ligando con la cheerleder del equipo sin saber hacerlo. Pero implícitamente usando su condición de multimillonario y superior.
Según Melinda, lo que ha hundido su matrimonio es la relación de Gates con el depredador sexual suicidado, Jeffrey Einstein. Bill Gates llegó a viajar en el jet del magnate a encontrarse con señoritas. El nombre del avión es Lolita Exprés. El dinero no da la clase.