Se nota que estamos en el mes de junio. Es época de bodas, las parejas celebran su amor rodeadas de familiares y amigos, vestidas de blanco ellas y con chaleco y corbata ellos. Hay, sin embargo, bodas y bodas. En Catalunya hemos visto una de preciosa este fin de semana, el de dos compañeros en la redacción de deportes de RAC1, Laia Coll y Gerard Bellera, una boda emocionante y divertida, con intervenciones estelares de Joan Mª Pou, Roger Saperas y Gerard Estadella. Paralelamente, este fin de semana también ha habido un bodorrio un pelín diferente, con la presencia inclasificable de King África (sí, sí, han leído bien, el de "¡Booooooooomba"!) en el Valle de los Caídos. Una combinación como mínimo, peculiar.
Hay, sin embargo, más ingredientes curiosos. Porque si en la boda de Laia y Gerard había mucha presencia barcelonista, ya que ella trabaja en El Barça juga a RAC1, y había invitados sus compañeros, en la del Valle de los Caídos, también, en cierta manera. Y es que la novia es Carola Escámez, hija del mítico jugador del Barça Julio Alberto, y que lleva el apellido primero de su madre, Carmen Escámez, sobrina de un expresidente del Banco Central. Y no queda aquí la cosa, ya que para acabarlo de arreglar, el novio es Roberto Martín, exentrenador personal del presentador Miki Nadal, anterior pareja de Carola y padre de su hija Carmela. Un batiburrillo donde hay de todo.
El sábado, los novios se dijeron el "Sí, quiero" en la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Escámez y Martín oficializaron su relación tres años después de que ella rompiera con Miki Nadal, y aunque no se prodigan en redes, ahora han hecho una excepción. Ella, campeona de tiro e hija, como decíamos, del lateral izquierdo del Barça que vistió de azulgrana nueve temporadas y que después de hacerse íntimo de Maradona, cayó en una espiral de malas decisiones y consumos inapropiados, de la cual afortunadamente pudo salir. Una novia que lució dos vestidos, uno de Rosa Clará y el otro de Redondo Brand. Los ya marido y mujer empezaron a salir el año de la pandemia, y ya tienen una hija en común, Covadonga, presente con su hermana, la hija de Nadal, en la fiesta. Después de la ceremonia, despiporre en la comida de celebración (aperitivo tipo cóctel y un menú a base de merluza, pastel de obleas y gazpacho de melocotón) en la finca El Campillo, en San Lorenzo de El Escorial.
Como decíamos, él era el entrenador personal de Nadal, cuando este decidió ponerse en forma y contratar a un entrenador profesional como entrenador personal para conseguirlo. Especialista en salud, con su propio gimnasio, él fue el escogido. Y no sabemos si el presentador se puso en forma o no, lo que sí sabemos es que lo que cogió forma fue el amor que fue creciendo entre el preparador y la pareja de a quien preparaba. Un amor entre Carola y Roberto que ahora ha culminado de esta manera. Un Miki Nadal que también rehízo su vida sentimental. ¿Con la preparadora física de Carola Escámez? No. Con la empresaria Helena Aldea, con quien está esperando su segundo hijo en común.
...Casarse en el Valle de los Caídos, con King África amenizando la boda... qué queréis que os diga...