Núria Marín sabe que de un tiempo a esta parte, está viviendo su momento. Está en la cresta de la ola, ha aprovechado las oportunidades y después de muchos años de currárselo de lo lindo, puede decir que está viviendo su mejor momento profesional. La presentadora de Socialité y colaboradora del Està passant triunfa no solo en la televisión, sino también en redes, haciendo vídeos exitosísimos en Tik Tok y hablando de las monarquías. Dentro de poco la veremos al frente de un nuevo programa dónde hará de presentadora, Love cost, en TV3, donde habrá diferentes participantes buscando pareja.
A ella no le hace falta, hace una pila de años que está enamoradísima de la vida de su chico, el guionista Juanlu de Paolis, con quien llevan juntos 22 años. En más de una ocasión ha hablado de cómo es él, por ejemplo, cuando dijo en Telecinco que "Nos conocimos en la facultad cuando teníamos 19 años. Llevo más tiempo con él que sin él. Es mi persona favorita. Nunca me canso de estar con él. Tenía todo lo que yo no tengo. Es súper serio, súper centrado. Yo soy otra cosa. Nos equilibramos muchísimo. Me costó conquistarle 3 meses, venía a mi casa, mis compañeros de piso se iban para dejarnos solos y él no lo pillaba o no lo quería pillar y nunca pasaba nada. Yo era cabra loca en aquella época y me iba con uno y con otro. Me estaba divirtiendo".
Y es que tal como ha confirmado en L'eclipsi de El Suplement de Catalunya Ràdio, Núria, especialmente de joven, era un animal nocturno ("cuando llegué de Lleida quemé Barcelona"). Ahora le gusta más dormir cuántas más horas mejor, pero antes, cuando conoció a Juanlu, era al revés. ¿Se pensaba que sería de por vida, cuando empezó a salir con él?, le pregunta Roger Escapa: "Cuándo finalmente pasó y empezamos a estar juntos, él me dijo 'Yo no empezaré nada contigo si no tengo claro que me casaré contigo'. No nos casamos, pero dijimos, 'vale, eso es para siempre'". A pesar de la promesa, sin embargo, no se han casado nunca. ¿Por qué?: Porque se nos pasó el arroz, no es una cuestión de edad, es que ahora nos da pereza. Y las encuentro un poco horteras: es un negocio, un compromiso y a la gente le da pereza ir a tu boda. Cuando la gente recibe tu invitación y dice 'qué ilu' en realidad está diciendo 'la madre que te parió, ¿por qué me has invitado?''".
"La ropa, todo el mundo se casa lejos, acaba tarde, me quiero ir a dormir, me molestan las lentillas, es un palo, una horterada. Eso es muy cutre, pero yo lo primero que voy a las bodas es interceptar a la gente que ha ido en coche propio, para hacerme amiga y a la que se marchan, poder marcharme yo también". Queda claro que a Núria le lamen un pie las bodas... no así los vestidos de boda: "Lo único que me da rabia es no haberme puesto un vestido de novia, porque la moda nupcial sí que me gusta, pero ahora hay mucha gente que en las alfombras rojas lleva moda nupcial. Entonces ya encontraré el día para ponerme un vestido de novia"...
Ya lo saben, si quieren ver a Núria vestida blanco, no vayan a ninguna iglesia ni ningún juzgado: vayan mirando por las alfombras rojas.