Telecinco estrenaba uno de los retornos más esperados por los amantes de los reality shows: Gran Hermano anónimo. El último en la manga para revivir las audiencias y el fandom que incendiaban las redes durante las votaciones, y nominaciones, querían revivir el furor, y, más o menos, lo están consiguiendo. El público ha querido seguir de nuevo la convivencia de Guadalix de la Sierra, pero con otras expectativas que no se han acabado de cumplir. El casting no acababa de convencer, y de momento, las tramas que viven entre las concursantes ya están formando unos bandos muy diferenciados donde se protagonizan unas disputas que dejan bien claro los posibles ganadores... Atentos.
Si habéis estado al corriente de los últimos programas, sabréis que en la casa hay un enfrentamiento mayoritario con uno de los concursantes: Óscar, quien no ha acabado de tener mucho buen rollo con el grupo mayoritario y 'más popular' de la casa. En especial, se enfrentaba con Maite, quien llegaba pisando fuerte a la casa con una actitud dominante que la han convertido en la más odiada por el público. Y es que, ninguno de los dos se soportaba y han protagonizado unas disputas con un claro vencedor: Óscar, que siempre intentaba dar su opinión y debatir los malentendidos y recibía la nula respuesta de la de Cantabria y varias faltas de respeto. Se lució, le llamó "cara rata", le hizo la peineta, lo ignoraba, y lo despreciaba ante todo el mundo. El karma es sabio, y le ha vuelto con el peor de los castigos: ser la segunda expulsada y enfrentarse a una bronca de Jorge Javier en plató.
Llegaba al plató del programa como si hubiera ganado un premio, pero no sabía que estaba a punto de meterse en la boca del lobo."Las lágrimas que has estado a punto de soltar con tu amigo son de los pocos rasgos de humanidad que te he visto" empezaba Jorge Javier Vázquez. Acto seguido, le adjuntaban los vídeos donde se veían las faltas de respeto hacia Óscar. Reina el silencio al acabar y, señoras y señores, empieza el discurso de JJ: "Te he visto muy poca humanidad dentro de la casa. Inexistente, por decirlo de alguna manera. Creo que, para la audiencia de Gran Hermano, incluido para mí, has sido una gran decepción. No sabemos qué ha sucedido, pero te has convertido en una persona maleducada, poco empática, cruel en muchísimas ocasiones. Cero autocrítica y un empecinamiento en ser como tú eres, 'yo soy así', y no escuchar absolutamente a nadie" Boom. El mejor discurso que podía describir a la concursante, el presentador se quedaba bien a gusto.
"¿Tú que ves ahí?" le preguntaba con la esperanza de ver un gramo de arrepentimiento."Lo que se quiere ver. Lo feo de mí, acción-reacción" El presentador y el público seguían alucinando. "Lo feo de ti... La copa, le haces la peineta, un gesto de felación... GH es convivencia. ¿Qué clase de convivencia se puede tener con gestos así?" le vuelve a recriminar el catalán. Por último, llega el momento clave para ver la última reacción de la concursante: el despido con sus concursantes. De nuevo, un despropósito. Maite ni siquiera se dirige a Óscar para pedirle disculpas, lo vuelve a ignorar y se gana una última bofetada: "Has tenido una oportunidad, el programa te la ha brindado, para disculparte y no has sido capaz de desprenderte de tu coraza, de tu armadura, rendirte y decir, qué mal lo he hecho y me quiero disculpar con aquella persona que la haya podido sentir mal. Pero bueno Gran hermano es una grandísima oportunidad para conocernos a nosotros mismos. Aprovéchala"
Esperamos que las sabias palabras de Jorge Javier Vázquez se le queden grabadas en la memoria... Ahora mismo, Maite lo tiene complicado para revivir su papel televisivo.