Queda menos de un mes para la muerte oficial de 'Sálvame', el fin de una era en Mediaset. El programa más famoso de su historia ha sido crucificado por la nueva directiva en un movimiento de clara intención política. La derecha extrema y la extrema derecha se han hecho con el control de la empresa, a partir de ahora sus espectadores disfrutarán de las homilías de Ana Rosa Quintana y sus secuaces a lo largo de todo el día. La presentadora se irá a hacer "entretenimiento blanco" en la franja de sus grandes rivales de 'La Fábrica de la Tele', pero no antes de cumplir con su misión existencial: echar a Pedro Sánchez y colocar a Feijóo, Ayuso y Abascal en el poder. Una estrategia diseñada desde Milán por Berlusconi y por Giorgia Meloni en Roma, amos auténticos de la televisión de Las Tablas, en Madrid. Un plan facha perfecto. Pero tiene fisuras. Empiezan las dudas y a hacerse 'popó', están pasando cosas.
La vendetta contra los 'rojos y maricones' de Jorge Javier Vázquez y el productor Óscar Cornejo está muy bien sobre el papel, pero después chocas con la realidad y el chiringuito cae a trozos. En primer lugar, matar a 'Sálvame' no es tan sencillo. Telecinco lleva tres lustros viviendo de las rentas del espacio de cotilleo (del cual es propietario al 33%), y a pesar de la bajada de los últimos años todavía está a años luz de los resultados de audiencia del 80% de la parrilla. Todos los experimentos que han intentado desde hace meses han fracasado, y el anuncio de la cancelación ha reavivado el share del zombie. Poner en marcha un nuevo proyecto con el sello AR no es garantía de nada. Y eso da miedo.
Óscar Cornejo, capo de 'Sálvame', maniobra en los despachos para defender su legado
Otro detalle importante: Óscar Cornejo no es solo un productor de televisión de éxito, también es abogado. Sabe de leyes, pero sobre todo sabe de contratos. No se le escapa nada y está defendiendo a muerte sus intereses y los de su gente. Por eso hemos asistido durante los últimos días a un cruce de informaciones contradictorias. Que sí 'Sálvame' continuará, que si el ERE que se iba a aplicar a 190 trabajadores se había paralizado... Las cosas no son tan sencillas como las pintan. A estas alturas la resucitación no es una quimera; evidentemente no cómo lo habíamos conocido, pero hay alternativas. Una de ellas es una bomba que hará reventar la cabeza de lectores y espectadores. Es la gran bajada de pantalones y un sopapo gigantesco en la cara de Ana Rosa.
Ana Rosa y 'La Fábrica de la Tele', la extraña pareja para salvar a Mediaset del desastre
'PRNoticias' tiene gargantas profundas en Mediaset que hacen público el temor de la cúpula a hundirse a partir del otoño. Los resultados podrían tardar demasiado tiempo en llegar, y ni siquiera están convencidos de que cumplan las expectativas. ¿La solución? Juntar a las dos figuras irreconciliables, el veneno de Quintana y la basura de Cornejo. Un acuerdo surrealista, sí, pero el último recurso para evitar el ridículo: "Entraría en juego La Fábrica de la Tele, pues podría producir un programa que hiciera tándem con la periodista madrileña. El objetivo no sería otro que impulsar este nuevo formato informativo que, en palabras de Alessandro Salem, no tendrá contenido político". Quintana claudica. Sin su enemigo no es nada.
Están desesperados. Apesta a porrazo de los que hacen época.