Boris Ruiz es uno de los actores que hace más años que trabaja en TV3 y siempre en series de superéxito. Ha hecho cuatro ficciones que son las más icónicas de la cadena en décadas diferentes. Era uno de los parroquianos del bar La granja, la primera serie costumbrista de TV3 que abría cada noche el debate La vida en un xip de Joaquim Maria Puyal. Era el notario de Santa Eulàlia, el pueblo de los Montsolís en Nissaga de poder y su continuación. Viscoso, ambicioso, enamorado de Mercedes Sampietro y asesino. Y era el personaje entrañable y charnego tanto en Ventdelplà como Merlí y a su continuación Merlí sapere aude. Ha hecho muchos más trabajos en teatro, TV y cine pero ahora a los 71 años no puede continuar. Ha sufrido un ictus. Vive solo. Se divorció de la actriz Àngels Bassas, que también sufrió por una parálisis facial, y tienen un hijo, Martí. Boris Ruiz vivía en Sant Martí del Montnegre, entre gallinas y conejos, en la cima de la montaña en el Vallés Oriental cerca de Sant Celoni. El ictus lo ha fastidiado mucho. Lo ha explicado en el programa Col·lapse.
David Trueba dio la voz de alerta. El director de cine era uno de los invitados y avisó que Boris Ruiz no pudo aceptar el trabajo en la película sobre el humorista Eugenio por el ictus. Ustrell dijo: "Invitémoslo". La conversación abrió el programa, disimulando que después venían dos entrevistas en castellano, a Carmen Maura y Ana Obregón. Boris Ruiz es de Mataró y mucy querido en Catalunya. La excusa para invitarlo no era otra que hablar de su ictus "Por eso me habéis invitado", dijo. El inicio hizo sufrir: "¿Cómo estás?" y respondió "Eh?." Su vida ha cambiado: no puede trabajar por las secuelas del ictus que sufrió hace solo 7 meses. Boris: "Me asusté, te vuelves otra persona, me redujo la visión. No puedo conducir, me tienen que acompañar, no puedo ir solo. Me afectó en un ojo, el mejor. Con el malo veo muy poco. Me ha fastidiado mucho. Yo vivía solo en la cima de una montaña en Sant Martí del Montnegre. Con la soledad y el aburrimiento te pones muy triste. Al principio fue terrorífico, veía imágenes extrañas, geométricas, cosas muy raras. Todo se ha reducido y puliendo con los meses. Ahora veo bien pero con una reducción del 50% aproximadamente".
El actor ha lucido toda su carrera de décadas con unas gafas de culo de vaso por sus problemas de visión. Ahora el ictus los ha agravado. Como no puede conducir ha tenido que dejar su casa: "No puedo leer, no puedo conducir. Ahora tengo que vivir en Sant Celoni, puedo ir a comprar a las tiendas, a hacer el menú, a pasear. Ahora me río porque hay plazas y muchos bancos. Tenía la imagen que veías los bancos con yayos y ahora me siento yo. Formo parte del panorama, hay un yayo más allí. Lloraba muchísimo, solo y triste en casa. Una vecina de una masía de al lado se ofreció a sacarme de casa para comer. Al principio fue muy aparatoso y empecé a mirar hacia atrás para estar orgulloso de mi vida. Me han dicho que vaya al ONCE. Una psicóloga amiga mía me lo está mirando"
Ruiz ha perdido trabajos y no queda claro que pueda volver nunca más a hacer de actor: "El trabajo me da igual, ahora no puedo vivir, no puedo saltar, me he vuelto un señor mayor que a duras penas ve. La gente me anima a que trabaje. Me han ofrecido 4 ó 5 películas y a todas he tenido que decir que no. No veo capacitado. No es fácil trabajar si no ves bien. De una mesa veía tres. A ti te vería con dos cabezas. Hasta que no oía hablar a alguien no sabía quién era. Todos tenían cara del muñeco de Netol. Veía netoles a punta pala. Económicamente no actuar no me pasa factura. Tengo edad de estar jubilado pero a los actores nos dejan seguir trabajando a pesar de estar jubilados y al final del mes te lo descuentan". La entrevista hacía sufrir. Acabó como empezó. Ustrell: "Muchas gracias por venir a Col·lapse" y Boris Ruiz contesta "Eh?".