Brad Pitt es una gran estrella del cine internacional, un hombre de enorme atractivo y un personaje VIP de primera línea en todo el mundo. Características que lo convierten, evidentemente, en el blanco predilecto de paparazzis y fisgones de su país de origen, Estados Unidos. Sus movimientos son analizados no con lupa, si no con microscopio: su divorcio de Angelina Jolie, la custodia de los hijos, si tiene novia o se reconcilia con Jeniffer Aniston, si se enfada o está triste... todo se aprovecha, todo interesa. Por eso la serie de fotografías que publica el portal Page Six americano se han convertido en una bomba viral de forma inmediata: Pitt, en el hospital y en silla de ruedas. Las alarmas en las redacciones y las redes, a todo trapo.
Las imágenes son impactantes, más que nada por tratarse del protagonista de 'Fight Club': tapado con capucha, gafas de sol y mascarilla mientras es empujado por un sanitario de un centro médico de Los Ángeles. Quería pasar desapercibido, pero es complicado: tiene miles de ojos clavados en la espalda, y llevar un guardaespaldas tampoco ayuda. A pesar de la sorpresa y la preocupación inicial, el entorno de Pitt ha aclarado el porqué de la escena: la habían extraído una muela del juicio. El protocolo del hospital obliga a trasladar a los pacientes de una operación con este medio de transporte hasta el exterior del centro, y así evitar cualquier responsabilidad si tuviera una caída o algún accidente. Misterio resuelto.
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El caso es que afortunadamente, Brad Pitt se encuentra bien de salud a sus 57 años. Quizás no de buen humor, cierto, víctima de la persecución diaria de la prensa. Pero sonreirá pronto, no se preocupen.