Brad Pitt ostenta el título de hombre vivo más guapo del mundo. Sólo Idris Elba, el actor de color más joven que él se lo disputa. Pero Pitt lo es por antigüedad. Hace demasiados años que es el más atractivo, a pesar de su fracaso matrimonial con Angelina Jolie. O quizás por eso ya que ahora está soltero otra vez a los 58 años. Una edad que para muchos hombres es el final de su vida de sex symbol, en Pitt nada cambia. Mantiene intacta la mirada, el pelo, el ademán y el poderoso imán que implica su nombre. Se pone el mundo por montera y se viste como quiere. Siempre impecable cuando toca, ahora tocaba alfombra roja del estreno de su último filme Bullet train. Con este bochorno mundial, nada de smoking ni pantalones: faldas. Así luce Pitt con una prenda de ropa tradicionalmente femenina:
Lo que en otros señores parecería una frivolidad, en él queda natural y bien. Tan bien como para que le alaben las piernas, que conserva en forma. El pacto con el diablo es evidente, como que su película "El curioso caso de Benjamin Button" de un hombre que nace viejo y a medida que pasan los años rejuvenece, era premonitoria. Benjamin Button es él. Cada día mejor. Lo alaba a uno de los colaboradores más maravillosos de la revista Hola, Martín Bianchi, que hace un zoom en las piernas del actor:
"Brad Pitt, piernas 10 con casi 60 años". El único reportaje que quiero leer ahora mismo pic.twitter.com/BYENRna8rv
— Martín Bianchi Tasso (@martinbianchi) July 19, 2022
A los 58 años quien tuvo retuvo, es padre de familia numerosa, no es abuelo y vive separado de Angelina Jolie. A pesar de acumular una fortuna para encabezar las películas más vistas del cine, sigue motivado con su trabajo. Cuando hace promoción concede entrevistas y en una de las últimas ha confesado que sufre una enfermedad degenerativa neurológica que le impide reconocer las caras de la gente. Parece antipático pero no lo es, es que no sabe quién tiene en frente.
En el último año todas las fotos son con gafas de sol pero la ceguera que sufre no es ocular sino neuronal. Brad Pitt sufre prosopagnosia, pero se queja de que nadie se lo cree. Se trata de una enfermedad neurológica que impide que el cerebro procese la información necesaria para reconocer, identificar y percibir caras familiares, ya que aparecen difuminados. Incluso en los casos más graves el mismo paciente es incapaz de reconocerse asimismo delante de un espejo. En multitud de ocasiones, los enfermos tienen que recorrer|recurrir a señales identificativas como cicatrices, cortes de pelo o constitución física. Un drama.
En la portada de julio de la revista GQ sale notablemente mayor, a pesar del maquillaje, y la mirada perdida. Dentro explica que la enfermedad le va en aumento, que le arruina las relaciones personales y que lo vuelve todavía más introvertido. No se le conoce ninguna novia después del tempestuoso divorcio de Jolie. Los seguidores de la revista no entienden que la foto de portada salga tan mal. Los comentarios son:"Viva el bótox, Parece Ray Liotta, Qué broma es esta, Menudo desastre de portada, Es la primera vez que ve a Brad Pitt mal en una foto, Menuda cagada de portada. Mira que es difícil sacar mal a Brad Pitt… pues con dos huevos...". Sí que se parece al difunto Ray Liotta, de puro inflado y fatal. Contrasta con la belleza habitual. La enfermedad es más preocupante. Confiesa a la revista: "Mucha gente me detesta porque creen que les estoy faltando al respecto. Me ven egocéntrico y maleducado, y es peor si los pido de qué los conozco. Se ofenden todavía más". GQ no le hace ningún favor sacándolo fatal. Es una mala foto porque él está como quiere:
El actor que sedujo el mundo en tejanos ajustados en Thelma y Louise podría dejar el cine. Pitt puede.