Susanna Griso está a punto de cometer uno de los grandes errores de su carrera profesional: provocar tensión artificial entre famosos en su plató. Para hacer eso se tiene que ser muy bueno, como Sálvame, y Griso no sabe. Es un lost lost: querer imitar a Telecinco y hacerlo mal. Con la presión de ser líder por primera vez ahora que Ana Rosa Quintana se ha marchado de las mañanas, Espejo público dio un giro brusco creando una segunda parte del programa, Más Espejo, dirigida por un ex de Sálvame, Alberto Díaz y tratando de darle estilo Telecinco, con polémicas infladas. Contrataron a dos caras de Telecinco, Miquel Valls y Gema López y han empezado a exagerar.
El miércoles acusaron a dos tertulianos del programa ausentes, Mariló Montero y el arquitecto Joaquín Torres, literalmente de comprar seguidores en Instagram. Es decir aprovecharse de perfiles falsos, sin contenido, para aparentar tener más seguidores. Una vergüenza para un perfil profesional como el del arquitecto. Y naturalmente, Joaquín Torres estaba indignado. Él no es Gloria Camila, es un reputado profesional que no vive de la TV, y ha querido ir al programa para ponerlos a parir y decirles en la cara que no piensa volver nunca más. Griso solo ha sabido disculparse porque era evidente que este juego no va con ella y sabe que solo la perjudica. Vídeo:
Joaquín Torres sabe el nuevo juego de Antena 3: humillar a un tertuliano a sueldo, insinuar que defrauda en las redes sociales para crear expectación y tensión cara al programa del día siguiente y acumular audiencia. Pero para hacer eso se tiene que preparar muy bien detrás de las cámaras y no este número lamentable de Griso y el arquitecto. Torres ha explotado: "Cuando el titular ponía 'perfiles comprados' escrito en grande, que habléis ahora de perfiles que no están usados es como de risa, burlarse del espectador y de nosotros. Jugar con un perfil profesional como el mío… Yo me dedico a la arquitectura. Se os llena la boca a todos los comentaristas diciendo que la política se ha llenado de profesionales de la política. Pues la televisión se ha llenado de personajes que se dedican a la televisión y que no tienen otro oficio ni beneficio. Llego aquí y se me vapulea. Me han cogido mi perfil profesional y se me ha comparado con los pefiles personales como el de Gloria Camila. Claro que me perjudica que se me compare con Carmen Lomana o Carmen Camila o como se llame esa niña. Para defenderme ayer, no sé quién dijo que, claro, con la edad de Carmen Lomana y de Joaquín Torres. ¿Pero esto qué es?".
Torres se va indignado del plató para siempre: "Mira que jugar conmigo así. Mira que estaba advertido (por su marido, también exdirector de Sálvame Raúl Prieto)."Mira que jugar conmigo así. Mira que estaba advertido (pel seu marit, també exdirector de Sálvame Raúl Prieto). Me fiaba del director del programa. Pero esto es abusivo. Es hacer espectáculo con los colaboradores. Conmigo no lo váis a hacer. De tal manera que, obviamente, soy yo el que tiene que tomar medidas. Estaba más que advertido. Asumo que con él, con Rubén Amón, no lo vais a hacer, pero conmigo tampoco. ¿A ti te duele Susanna?, si a ti te he dejado al margen de la polémica, a ti te he protegido". Se encara a la Griso que solo se hace la desentendida, como no comprende la indignación. Fatal Griso. Torres se desahoga en Instagram:
Furia contra Ana Rosa, por amiga de Villarejo, contra Griso, por haberlo decepcionado, contra Alberto García, por traicionarlo y contra este tipo de TV. La que hacía su marido, Raúl Prieto. Por eso sabe de qué va, cómo funciona, cómo mancha y cómo repugna.