La tercera investidura de Pedro Sánchez transcurre plácida en medio de la histeria de PP y Vox. La imagen del presidente de España tronchándose de risa en el Congreso por el fracaso de Feijóo contrasta de manera descomunal con los fachas incendiando las calles, cantando el Cara al sol y sacando espuma por la boca. Cuando más hablan PP y Vox más unido está el bloque anti PP-Vox de todo el resto de partidos. Todos unidos contra la caspa. Santiago Abascal comparaba a Sánchez con Hitler. Es normal que lo haga, los ultras son negacionistas del Holocausto. Abascal no ve grave la comparación de dos estadistas. El fin de semana el líder de Vox fue a las protestas contra el PSOE acompañado de un periodista ultraderechista, machista, racista, homófobo y amante de las fake news en los EE.UU., Tucker Carlson. Aquella foto ha indignado a otra periodista, Mamen Mendizábal de La Sexta:
Mendizábal es todo lo contrario que Carlson, es normal que no le dé la bienvenida a Madrid. Pero en esta confrontación de dos periodistas ha entrado un personaje siniestro, el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch. Lo más importante del tuit no es que insulte a la periodista con un diminutivo machista, Mamencilla, o que le diga dos veces tonta o esclava. Lo realmente relevante es mirar la hora en que Hermann publicó el tuit, a la 1:50 de la madrugada.
Las personas más histéricas de España en este momento son las de Vox, un partido que con 33 diputados es absolutamente irrelevante. No puede hacer nada, ni presentar una moción de censura. Nada. Solo puede hacer ruido. Y eso hacen. Hermann es famoso por sus peleas de barra de bar de madrugada, sus exabruptos y por consumir destilados. El diario ABC escribió que Hermann consume cocaína: "Hay un pobre hombre llamado Hermann Tertsch que obsequia desde hace años cono unas columnas enaltecidas miedo un admirable aire hiperventilado y farlopero". Mamen Mendizábal ha contestado el tuit de madrugada de Tertsch. Como ella a las 2 no estaba en ningún bar, ha respondido a una hora decente, las diez de la mañana del jueves, sin llamarle hiperventilado ni cocainómano:
Tómate otra copa, sospechando qué sostenía en la otra mano Hermann mientras escribía el tuit, y calificando a Tertsch de lo que realmente es: irrelevante. Y de regalo, un diminutivo bien ridículo: Hermanncillo. Es lo que es, un hombrecillo, un micro-hombre.
El día que ABC llamó cocainómano a Tertsch
Los columnistas de ultraderecha se detestan entre ellos para competir quién insulta mejor, quién es más servil con las élites o quién detesta mejor al comunismo. En el suplemento dominical del diario ABC su articulista Juan Manuel de Prada escribía contra un excolumnista y eurodiputado de Vox: "Hay un pobre hombre llamado Hermann Tertsch que me obsequia desde hace años con unas columnas enaltecidas por un admirable aire hiperventilado y farlopero". Farlopa es cocaína en jerga de calle. No lo puede decir más claro: según De Prada, el eurodiputado esnifa coca.
De Prada, GTRES
La columna del diario de la derecha es sangrante contra el de Vox: "En todo lo que dice el pobre Tertsch hay un fondo zafio, estridente, carroñero y tarugo. Le han puesto un pisito en Bruselas los de Vox entre los que no desentona su energumenismo , desafuero y toxicidad. Tertsch me lanza en su letrina tuitera calumnias paranoides de que soy comunista. Es un asustaviejas fachoide que me odia". Tertsch después de leerlo lo rectifica, no lo odia, lo desprecia. Se le han hinchado las narices (nunca mejor dicho):
De Prada y Tertsch tocándose la nariz, Antena 3 / EFE
Uno le llama farlopero y el otro le responde "atormentado narcisito gorditonto". Son una de las principales plumas del diario ABC y un alto cargo de Vox. La cocaína ablanda el cerebro.