Si hay dos periodistas en España con pedigrí, de los que cuando hablan, el resto les escucha, referentes absolutos desde hace siglos y que siempre, siempre, han dicho lo que les ha salido del moño, estos son Iñaki Gabilondo y Mercedes Milá. Amigos desde tiempos inmemoriales, el vasco y la catalana se respetan, se entienden, se quieren y juntos han charlado en numerosas ocasiones. Ahora lo han vuelto a hacer con motivo del programa que la presentadora de Esplugues dirige en Movistar+, Milá vs. Milá. Y la conversación ha valido mucho la pena.
Después de tres temporadas el programa de Milá donde entrevista a diferentes personalidades pone el cerrojo. Y lo ha hecho con un invitado muy especial, un periodista de los de toda la vida, y sobre todo, un amigo de la presentadora, con el cual han repasado cuatro décadas de vida y de profesión, donde han ido recordando diferentes momentos de los dos ante cámaras. Preguntas, repreguntas, imágenes de archivo, cómo era la sociedad años atrás, en qué hemos cambiado y reflexiones como siempre, pertinentes.
Una de las cosas que no ha cambiado desde que ellos empezaron a salir en los medios es que en España sigue habiendo monarquía. Los Borbones no dejan la silla ni con aguarrás, primero Juan Carlos y después Felipe han seguido reinando un país que demasiado a menudo se ha puesto de perfil con sus escándalos, y que ha normalizado que la basura se esconda debajo de la alfombra y que los ciudadanos vayan bajando la cabeza haciendo ver que no ven cómo más de uno y de dos se llenaba los bolsillos de manera fraudulenta.
Después de repasar el golpe de estado de 1981, han seguido abordando la cuestión monárquica. Y a los dos se les ha entendido todo, aunque en un principio Milá se ha tenido que morder la lengua para no decir en voz alta más de lo que quería decir: "Un elemento de decepción total y de cabreo y de... no digo más porque diría cosas muy gordas", empieza ella. Él ha ido un paso más allá, mirándose a él mismo en el espejo: "Cabreo con nosotros y yo, conmigo. Y no les he oído a muchos de mis colegas decir esto". ¿Motivo del cabreo? La poca vergüenza de los Borbones y cómo el resto lo ha ido permitiendo: "Desagrado personal por no haber hecho lo que hubiéramos debido de hacer a partir de un momento concreto".
¿Cuál?: Hubo un tiempo en que la monarquía llegó diciendo 'Aquí no vale una corte'. Y toda España lo saludó, '¡que bien, no va a haber una corte'. Y al cabo de una temporadita Juan Carlos apareció rodeado de una corte, De la Rosa, Conde..., una cuadrilla un tanto pintoresca. Cuando esa cuadrilla empezó a tener líos importantes con la justicia por razones financieras, es cuando todos hubiéramos tenido que decir: 'Atención'". Milá lamenta y asume que "no lo hicimos". Y Gabilondo pone la guinda: "El rey y su corte... algo está pasando ahí que no estamos queriendo mirar".
Milá y Gabilondo, demoledores... Lo que ahora haría falta, ya que algunos periodistas, medios y buena parte de la sociedad miraron hacia otro lado, es que dejen de hacerlo.