Paloma Cuevas ha conseguido desarticular a Enrique Ponce y Ana Soria. El pasado mayo de 2020 saltaba la noticia del noviazgo del torero con una estudiante de derecho treinta años más joven que él. Y la empresaria rompía con el padre de sus hijas. Sin embargo, unos meses más tarde se conoció que Ana Soria no se había metido en medio de ningún matrimonio, la relación ya estaba rota antes del confinamiento. De hecho, el mes pasado celebraron sus dos años de amor. Ahora felices, ya que por fin Enrique Ponce ha llegado a un acuerdo con Paloma Cuevas y han firmado el divorcio.

La empresaria pidió a Enrique Ponce que cesara su actividad en redes sociales, donde no paraba de publicar fotografías junto a Ana Soria donde se les veía muy acaramelados. Y es que su hija mayor descubrió la relación del torero con la joven estudiante a través de internet. Por este motivo, tanto Soria como Ponce han desaparecido de Instagram. También se les ha prohibido hablar de su relación en los medios, así que ahora son como dos personas anónimas en Almería.

Enrique Ponce y Ana Soria

Ana Soria y Enrique Ponce 

Enrique Ponce pierde popularidad 

Ana Soria también obligó a Enrique Ponce ha dejado su trabajo, y es que no se sentía cómoda viéndole torear. Sin embargo, el de Chiva se ha visto en la obligación de volver a los ruedos tras sus problemas económicos.

Enrique Ponce

Enrique Ponce / EFE 

La semana pasada os desvelábamos que Enrique Ponce habría puesto en alquiler su inmensa finca la Cetrina para realizar bodas, bautizos y comuniones. Un alquiler de 5.000 euros al día. Sin Paloma Cuevas, el torero ha perdido popularidad. Ya no le llaman para nada y su caché se ha desinflado. Por eso intenta sacar de donde puede liquidez, es la única manera de sufragar sus números rojos.

Enrique Ponce valoró la posibilidad de volver al trabajo con una gira al otro lado del charco, sin embargo declinó esta propuesta porque no se le pagaba el suficiente dinero. No quería arriesgarse por tan poco. Así que decidió quedarse al lado de Ana Soria en Almería. Los dos juntos. Una relación que parece estar hecha a prueba de bombas.