Ya ha empezado la cuenta atrás para que lleguen los días más mágicos del año. Las luces, la música, las tiendas... el panorama es fantástico para todo aquel que le guste el frío. Las fechas navideñas son, con diferencia, las más esperadas de todas y los días festivos son la excusa para el reencuentro de todos los familiares. Qué bonito es ver a todo el mundo bien vestido disfrutando de los planes más caseros posibles. El 24, 25, 26... cualquier día es una buena excusa para hacer una comida y reunirse con la familia. Dentro de las fechas mágicas, hay una noche que es la más especial de todas, porque supone el final de un año y el principio de otro. Si pensamos en el 31 de diciembre hay un nombre que hace tiempo que va ligado con todas las transmisiones de las campanadas: Cristina Pedroche.
No hay año que la presentadora se pierda esta fecha tan especial y cuando queda poco rato para llegar a los cuartos, los espectadores abren la televisión para ver cuál es el vestido que llevará la presentadora para comerse las uvas. Sin lugar a dudas, es el momento más esperado de la noche para muchos porque cada vez que aparece se convierte en 'trending topic'. Cristina Pedroche se aleja de lo habitual y sorprende subiendo la temperatura o extrañando a todos sus seguidores, no hay punto intermedio. Más allá de Fin de Año, la presentadora está de enhorabuena porque hace unos días celebraron el aniversario de casados con su marido Daviz Muñoz y el 30 de octubre sopló las velas con el número '36'. Quién lo diría. La pareja está en un momento fantástico y hace casi un año celebraban la llegada de su hija Laia, un nombre catalanísimo.
No es muy habitual ver a la presentadora colgar cosas sobre su hija. De hecho, en ninguna de las publicaciones ha querido que se le viera la cara. Lo confirmó hace cosa de días, después de publicar una fotografía suya soplando velas con la hija en el regazo y una censura bastante curiosa. Hasta el momento, no conocíamos casi nada sobre cómo llevaba su maternidad, pero ha roto esta sequía en el pódcast "La Fórmula del Éxito" con Uri Sabat. Pedroche empieza fuerte: "Se podría decir que hace mesas estuve en un hoyo". La presentadora habla de las fechas en que empezó a tratar con Laia. "Mi hija nació y me arrolló el amor. Nunca había sentido un amor tan fuerte, tan rápido. Cuando la ves por primera vez dices: Dios mío, si es que la amo. Es que mataría por ella." Qué bonito es el amor de madre, pero una reflexión le hizo dudar: "Yo antes no me había planteado que podría matar".
Lo que tenía que ser uno de los tiempos más bonitos para la presentadora se convirtió en una pesadilla porque perdió su identidad: "No sé quién soy". Cuando alguien descubre un aspecto suyo que no se había planteado nunca abre una nueva puerta que da a la oscuridad. "Me arrolló el amor de forma positiva... pero también de forma negativa. Me arrolló el miedo". Pedroche se ha abierto en canal públicamente y ha expresado su vivencia de forma excelente. La presentadora nunca ha tenido problema a mostrar su lado más emotivo, pero desconocíamos que la llegada de su hija podía haberla marcado tanto. "La Pedroche que era antes de que naciera mi hija, no está", la entrevistada cierra con una confesión brutal. Gracias Cristina, por enseñarnos las dos caras de la maternidad.