La muerte de Camilo Sesto ha despertado el interés por su figura, una de las más importantes de la música española, por número de discos vendidos y popularidad. Todavía sonaba el jueves pasado en Luz de Gas donde fue a ligar al divorciado Joaquín Luna. Entre los morbos de Camilo está el de su orientación sexual. Pilar Eyre ha querido arrojar luz explicando sus 6 horas en un bar de Madrid por el año 1981. Escribe en Lecturas:"Me citó en un bar y me dijo “Tócame la cara. No voy maquillado. Ya sé que decís que soy maricón, pero ni es verdad ni me importa”. Si algún día me da por ahí, serás la primera en saberlo”.
Pilar Eyre despierta la envidia, y admiración, de cualquier periodista: ella vivió los 80. Cuando una estrella mundial podía citar a una joven reportera en un bar para tomar whiskys y patatas bravas hasta que los echaban a altas horas de la madrugada. Rompe otro mito, no era gay y no era franquista: "No me importa que la entrevista me la haga una mujer, ¿ves? carca no soy. Yo no soy de derechas, aunque creo que Fraga es el mejor político que tenemos". Es como decir no soy gay pero me enrollaría Brad Pitt. Eyre no dice que Camilo Sesto no fuera homosexual sino que no decía que lo fuera. Como Raphael o Miguel Bosé. Si lo son o no, ellos sabrán.
El reportaje de Pilar Eyre es maravilloso e imprescindible, conviene leerlo entero. Al sexto whisky, Camilo le insiste a Eyre en el tema LGTBI: "Si fuera homosexual lo diría, porque para mí los maricones no son degenerados ni hijos de puta, son gente normal, que enfoca la sexualidad de otra manera...". Y para demostrar su heterosexualidad explica que se se desvirgó a los 16 años con una prostituta valenciana. "Me aficioné a ir con prostitutas". Esta era la España de los 80: antes reconocer ser putero que gay. Descanse en paz.