España tiene nuevo presidente del gobierno: Pedro Sánchez. La Sanchezmania ya está aquí. Sus seguidores y aliados la "padecen" por razones obvias. Sus detractores, también, especialmente la derecha extrema, a punto de hacerse el harakiri. Unos y otros comparten, sin embargo, una particularidad. Al día siguiente de la investidura lo tienen muy presente, incluso con episodios de transfiguración escalofriantes. Como si se tratara de las caras de Bélmez, el líder socialista le acaba de usurpar el rostro al actor de culebrones que ha revolucionado Telecinco y a parte de España: el turco Can Yaman. Fíjense si el tipo es guapo que la policía nacional no daba abasto para contener a las hordas que lo recibieron en el aeropuerto de Madrid hace unas semanas. Su físico imponente, adornado con una melena y una barba por la que suspiraban adolescentes y no tan adolescentes, lo convertían en un sex symbol único. Pero su visita a la peluquería antes de incorporarse al servicio militar ha cambiado radicalmente la historia.

ANTES

Can Yaman Mediaset @canyaman

AHORA

Can Yaman corte pelo @resmomariam

Can Yaman ha pasado de sopetón de Adonis irrepetible, a sencillo doble del inquilino de La Moncloa. Sin su largo pelo y la barba sigue siendo más joven y con un físico más trabajado que el presidente, sí, pero es Sánchez, al fin y al cabo. Este es el hilarante clamor que circula por las redes, después del impacto por la transformación del turco. Las comparaciones son despampanantes.

Pedro Sánchez @sanchezcastejon

Pedro Sánchez Europa Press

Pedro Sánchez será muchas cosas, pero seguramente es el presidente del gobierno más guapo de la historia. Desgraciadamente, la belleza y la política no tienen nada que ver, y tendrá que demostrar mucho para estar a la altura de las expectativas. Ahora bien, no se puede decir que tras la sesión del Congreso, no tenga "el guapo subido". La euforia se ha instalado en Ferraz. El próximo lema socialista: "Tu tío bueno"