Premis Nacionals de Comunicació 2021. El Palau de la Generalitat se ha vestido de gala para premiar a comunicadores como Carles Porta, Toni Soler o la mención de honor, el premio otorgado a la gran Júlia Otero. La periodista de Onda Cero lleva un tiempo luchando contra un cáncer y en las horas previas a recibir el galardón, hablaba con estos términos con Laura Rosel:
"He superado el cáncer, aunque todos sabemos que el cáncer es una espada de Damocles que dura cinco años como mínimo. Por lo tanto, soy siempre muy prudente, pero a estas alturas no tengo ni una sola célula cancerígena". Otero tiene secuelas del durísimo tratamiento, por ejemplo, "una neuropatía periférica en las manos y en los pies, que hace que prácticamente no tenga sensibilidad. No tengo tacto".
La periodista, hablando en Catalunya Ràdio acerca de qué suponía recibir un premio como este, se manifestó tan conmovida que incluso reveló que lo recogería la persona que más quiere en este mundo, su hija: "La niña, que ya tiene 25 años, hoy le tocaba hacer guardia, pero la sustituye un par de horas un compañero y me acompañará también, y mi marido, Josep".
Otero comparte su vida con un médico, el catalán Josep Martínez, su pareja desde hace 25 años, que trabaja como jefe de Urgencias Domiciliarias en el Hospital de Barcelona. El otro gran apoyo de la periodista y presentadora es su hija, Candela, quien ha seguido los pasos de su padre y también trabaja como médico. Pero por un día como este, valía la pena hacer un cambio de turno.
Gemma Nierga, presentadora del acto, y visiblemente emocionada, pide a Candela que la acompañe al lugar central del escenario: "Ya me perdonarás, que soy muy fleuma", le dice la periodista. "Ya me perdonarás a mí, que no soy del gremio", le responde la hija de Otero.
La joven reconoce que nunca le llamó la atención dedicarse al periodismo, "y ahora, visto en perspectiva, creo que es arriesgado entrar en el terreno profesional de los padres, cuando son estos padres".
Tiene más razón que un santo. No habría sido fácil dedicarse a lo mismo que su madre, siendo, como es Júlia Otero, una de las mejores comunicadoras del país. Las comparaciones hubieran estado a la orden del día.
Candela reconoce, sin embargo, que "he adoptado otras cosas de mi madre y las he recanalizado". Nierga quiere saber qué ha supuesto para la familia que Júlia recibiera este galardón, en un momento donde han tenido que "cruzar la travesía por el desierto", a causa de la grave enfermedad sufrida.
Y Candela ha emocionado a su madre, a Gemma Nierga, al resto de los asistentes al acto y a los espectadores de TV3: "Me hace mucha ilusión. Se lo merece. Ella es gallega y aún y así escogió el catalán para ser la lengua en la que comunica y con la que trabaja, pero también la escogió como lengua en su casa, y que fuera mi lengua materna aunque nunca había sido la suya. Han sido meses complicados, pero a ella le ha servido el premio como recordatorio de que todavía la están esperando en la comunicación".
Y tanto que la esperamos. Amor de hija máximo, orgullosa a más no poder de su madre: "Es una persona muy cariñosa y tolerante. Es un referente en cuanto a libertad, a feminismo... Es una madre espectacular". Como la hija. Júlia puede estar bien orgullosa de ella. Eso sí, Candela empezó su intervención justificando que no es del gremio y que le perdonaran si daba el cante... Nada más lejos de la realidad.
Seguro que es una doctora excelente, pero no hay duda de que también nos hemos perdido a una comunicadora a la altura de su maravillosa madre.