XIII Gala de los Premios Gaudí que se emitió por TV3 por la tarde excepcionalmente para respetar el toque de queda. La audiencia respondió con un correcto 10,8% y 225 mil espectadores. Bien jugado porque por la noche contra el estreno de Rocío se habría hundido. En Catalunya el drama de Rociíto hizo uno apoteósico 29,6%. Uno de los momentos más esperados fue el del premio a los mejores actores para dos escolarizados en catalán que no hablaron catalán: Candela Peña y Mario Casas.
Su película La boda de Rosa, es bilingüe, rodada en la Comunidad Valenciana en catalán y castellano. Candela nunca responde en catalán a las entrevistas en TV3 a pesar de ser de Gavà, haber estudiado en catalán y haber sido presentadora de TV3 al programa Sputnik en catalán. Pero le cuesta y se expresa mejor en castellano. Un drama de la fallida Inmersión Lingüística. Fue criticada en redes:
Las críticas no son tanto a la actriz, que puede hablar la lengua que le dé la gana, sino al sistema Educativo catalán, a menudo atacado por invasivo de los castellanohablantes. El resultado de décadas de inmersión lingüística es que Candela no se ve con ánimos de decir ni Bona nit: "Buenas noches, cariños". Mario Casas igual. El actor nacido en Galicia fue escolarizado en Cataluña pero el discurso en vídeo, no pudo estar presente, lo hizo en castellano:
Candela era hija de los amos del bar de un cine de Gavá. Estuvo divertida "Qué alegría, que Movistar sepa que hago algo más que la jueza. Aquesta pel·lícula l'he fet en valencià. Estem contents". 5 segundos en catalán. O valenciano.